lunes, 31 de marzo de 2008

CARTA ABIERTA A GASPAR LLAMAZARES DE UN MILITANTE DE SANTIPONCE (SEVILLA)


Carta abierta a Gaspar Llamazares:

Una no, dos son las causas del bajón electoral de IU en las pasadas Elecciones Generales y no una sola como se ha pretendido para culparte injustamente Gaspar. 1º, El electorado de izquierda, para impedir de ganar el PP, ha convertido su voto útil votando al PSOE. por lo qué queda claro que la perdida de votos de IU, han ido a parar al PSOE. Segunda causa: la ley electoral no nos beneficia en absoluto, como tú bien sabes, a los partidos minoritarios que se han ido diluyendo desde el comienzo de la aplicación de la Ley Electoral porque su estrategia fue concebida para impedir que el PC, hegemónico anti-franquista accediera al Gobierno por esos entonces y gradual-mente, elecciones tras elecciones fuera disminuyendo en votos hasta su total desaparición y eso es lo que pretenden el PSOE para el resto de partidos minoritarios que aún quedan qué desaparezcan del escenario político y quedarse el solo como fuerza política de izquierda y, por turno acceder al Gobierno, sin otra oportunidad para el electorado de dirigir sus votos nada más que para ellos: PP. y PSOE.


Ante esa injusticia en un llamado Estado de Derecho la izquierda tiene que reaccionar y plantearse el otro voto útil: el de una izquierda con un programa electoral único de una sola coalición de todos los partidos minoritarios si no quieren desaparecer ante los dos partidos que se están repartiendo la tajada con el bipartidismo político para luego hacer a sus anchas lo que ellos solos negocien sin más nadie que se les opongan.


Ahora, y de momento, te corresponde a tí Gaspar de asumir la tarea para conseguir que se reforme la actual ley electoral y para ello sí “ZP” no accede a la reforma que democráticamente tenemos derecho la izquierda que sobre nuestras espaldas su partido se beneficia, oponerte a toda propuesta que el PSOE quiera llevar a cabo en el Parlamento, antes que apoyarle, si no acepte a la reforma.


Manuel Ceballos

SANTIPONCE (SEVILLA)

domingo, 30 de marzo de 2008

DECLARACIONES DE DIEGO VALDERAS

Diego Valderas dice que la 'deslealtad' interna ha perjudicado a IU en las urnas
El coordinador andaluz de IU, Diego Valderas, ha pedido hoy renovar y reforzar la unidad interna conseguida en la última Asamblea andaluza, pero ha advertido de que no olvidará la 'deslealtad' de algunos dirigentes con esos acuerdos y que esta actitud no ha favorecido el mejor resultado electoral.



El dirigente de la coalición, que tiene la intención de aspirar por tercera vez consecutiva a la coordinación general en la Asamblea que la coalición celebrará en octubre o noviembre de este año, ha planteado esta reflexión durante su intervención en el Consejo Andaluz -máximo órgano entre congresos-, el primero que celebra IULV-CA tras las pasadas elecciones.


Preparar el futuro de IU en Andalucía y colaborar con la necesaria reconstrucción de IU federal han sido los objetivos principales adquiridos por Valderas en su informe político, en el que ha dado por abierta una 'nueva etapa' interna en la que prime la unidad y la cohesión. Convencido de que es 'necesario recrear' un espacio de convivencia y pluralismo desde el respeto a las decisiones de los órganos, el coordinador ha estimado que en la nueva etapa 'no son silenciables ni olvidables' actitudes de falta de lealtad y compromiso con los acuerdos de la Asamblea de Matalascañas, una actitud -ha dicho- que no ha favorecido el mejor resultado electoral.


'Trasladar a los medios de comunicación las diferencias internas solo beneficia a nuestros adversarios políticos y es una deslealtad al proyecto', ha subrayado Valderas, que ha denunciado que los que apostaron por el fracaso o retroceso electoral de IU 'se han quedado sin espacio' en la nueva etapa. Además, ha insistido en su idea de que, ante el 'vendaval bipartidista' y el fracaso electoral a nivel estatal de IU, los resultados de la coalición en Andalucía son un 'éxito', aunque ha opinado que no ha perdido la oportunidad para criticar la 'mala' dirección política y organizativa de Gaspar Llamazares, el coordinador general, y el hecho de que haya 'desdibujado' el perfil de la coalición.


Respecto a la próxima legislatura y el papel del grupo parlamentario, en el que Valderas será el portavoz, ha avisado de que el PSOE andaluz 'pretenderá utilizar las coincidencias circunstanciales' entre el PP e IU para presentarlo como una 'coincidencia política de fondo', por lo que ha abogado por incidir en el perfil propio y en frenar las políticas de derechas las 'haga PSOE o el PP'.


El coordinador ha vuelto a mostrarse partidario de abrir la organización, de buscar su convergencia social y política, así como de redefinir la política de alianzas, estrategias y tácticas.El 14 de abril, la Comisión Ejecutiva de IU abordará la líneas y posición ante la investidura del presidente de la Junta, Manuel Chaves, ratificará el reparto de funciones del grupo parlamentario y 'fortalecerá' la dirección andaluza, según los compromisos adquiridos por Valderas.

DECLARACIONES DE ROSA AGUILAR


Aguilar (IU) defiende una política de alianzas con PSOE y critica que se subrayen las diferencias 'buscando un titular'

Redacción / EP



La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, advirtió hoy de que la política de alianzas de IU debe ser "clarísima", ya que "está en el espacio de la izquierda, está con el PSOE y con otras fuerzas de izquierdas que hay en el Estado y que están gobernando en distintas comunidades".


Así, lamentó que IU ha pasado "demasiado tiempo para la proyección pública lo que nos separa y no subrayando lo que nos une", cuando "lo que está claro es que nuestro campo de alianzas no está con el PP".En una entrevista concedida a Europa Press, Aguilar criticó que "para buscar un titular, hemos ido a subrayar las diferencias con el PSOE, en lugar de subrayar lo mucho, que es la inmensa mayoría, que nos une".


La dirigente de IU señaló que no cree que a lo largo de la pasada legislatura se haya producido un acercamiento al PSOE, ya que "lo que ocurre es que en algunas leyes y medidas se han incluido nuestras enmiendas, lo que nos ha llevado a tener que votar y apoyarlas, pero esa cuestión no significa ponerse del lado del PSOE, sino saber ejercer nuestra responsabilidad con posiciones claras".


Sin embargo, Aguilar resaltó que el "fallo" ha estado en que la organización "no ha sabido llevar estas posiciones políticas de IU ni a los militantes ni a los votantes". "Cuando en los debates políticos internos se ponen permanentemente en cuestión lo que en cada momento políticamente hace una organización, al final no tiene crédito, credibilidad ni fuerza ante la sociedad", indicó Aguilar, que señaló que "hay una cosa que está clara y es evidente: Nuestros diputados en la pasada legislatura han querido con su trabajo expresar ante la ciudadanía que eran útiles los votos de IU para dar estabilidad a un gobierno, participar en leyes de carácter social y propiciar un avance".


En este sentido, apuntó que mientras los diputados de IU han protagonizado una actuación para mostrar que los "votos de IU son útiles y necesarios para que haya políticas sociales", sin embargo, "nuestra posición y utilidad no ha llegado a la sociedad porque ha quebrado dentro de la organización". "La posición de IU no es fácil, ya que no sólo no se apoya, sino que se puede confundir con que se coincide con el PP", destacó la dirigente de IU, que explicó que la situación interna "ha dificultado que a la ciudadanía le llegara la posición y lo que aportaba IU".


"Se han perdido los posicionamientos y los trabajos por el camino porque no han llegado a la sociedad, puesto que sólo aparecemos por conflictos internos", señaló Aguilar, que criticó que las reuniones de los consejos políticos federales eran "trámites", ya que "en democracia se decidía una cosa y luego cada uno decía y hacía lo que quería". De esta forma, defendió que "sí hay un proyecto claro, pero como los debates internos prevalecen sobre las acciones, al final la gente no sabe lo que hacemos".

PRESIDENCIA FEDERAL: UNA COMISION UNITARIA PARA PREPARAR LA ASAMBLEA


EL PAÍS
La dirección de IU cede parte de sus poderes a una comisión plural
Llamazares restituye a los tres críticos a los que expulsó
VERA GUTIÉRREZ CALVO - Madrid - 30/03/2008

Después de más de cinco horas de reunión de la Presidencia Federal de IU -órgano de dirección con 70 miembros-, nadie tenía claro ayer qué competencias ejercerá la Comisión Unitaria constituida para pilotar el proceso de renovación tras la catástrofe electoral. Unos aseguran que es, a todos los efectos, una gestora que dirigirá la organización hasta que se elija nueva dirección (previsiblemente en julio); otros sostienen que la comisión tendrá "amplias competencias" pero no decidirá la línea política, porque los órganos de dirección siguen funcionando.

De este modo, la comisión quedó aprobada casi por unanimidad (algo inaudito en IU) porque unos y otros pudieron decir en la rueda de prensa posterior que se habían salido con la suya, y no existe ningún documento que diga quién tiene razón.

En algo sí había coincidencia: se ha producido una considerable cesión de poderes por parte de la dirección federal, para garantizar una transición ordenada y sin guerra interna. La palabra "unidad" era compartida por todos. El secretario de Organización, Manuel Cámara, sentenció: "En esta situación difícil nos hemos puesto de acuerdo en tirar adelante. No hay otra salida que un marco unitario donde los ruidos internos desaparezcan".

Gaspar Llamazares, aún coordinador general, admitió que su equipo ha cedido "amplias competencias" a la comisión -finanzas, comunicación y toda la preparación de la Asamblea- pero se negó a llamarla gestora y subrayó que la "línea política" -incluida la negociación para formar grupo parlamentario con ERC o el voto de investidura de Zapatero- seguirá en manos de la dirección federal.

Paradójicamente, el documento entregado a la prensa establece que entre los objetivos de la comisión estará "actualizar la línea política" y "acordar la dirección colectiva". Pero Llamazares aclaró que había "quitado" esas dos cosas en su discurso final y que, por tanto, no tenían valor. También dijo que los acuerdos se tomarán "por consenso" -sin aclarar qué grado de consenso se exigirá- y serán refrendados por los órganos de dirección.

La comisión estará compuesta por 18 personas: cuatro del equipo de Llamazares, tres designadas por el PCE (el sector más enfrentado al coordinador), otro del Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT) y 10 federaciones territoriales. Nadie tiene garantizada la mayoría.

Como gesto de unidad, Llamazares comenzó la reunión proponiendo restituir en sus puestos de dirección de IU a los tres dirigentes del PCE a los que retiró sus responsabilidades en diciembre: Felipe Alcaraz, Manuel Monereo y Willy Meyer. Los tres comparecieron más tarde para abogar, también, por la unidad y el consenso, aunque lo primero que hizo el PCE tras el 9-M fue exigir dimisiones.

IZQUIERDA UNIDA: ¿POR QUÉ ES NECESARIO UN PROYECTO AUTOINSTITUYENTE?


Izquierda Unida: ¿por qué es necesario un proyecto autoinstituyente?
Manuel Monereo Pérez / Ginés Fernández González / 28 mar 08

Habría que hacer un esfuerzo por cualificar bien qué tipo de crisis vive IU y, desde este análisis, buscar la alternativa para un proyecto que, en muchos sentidos, sigue estando vigente y, hasta cierto punto, más necesario que nunca. IU, no hay que engañar ni engañarse, vive desde hace tiempo una crisis de proyecto. La derrota de 2.004 fue una demostración más (que no la única ni siquiera la más importante de esta crisis) y los resultados electorales últimos expresan lo que podríamos llamar “una crisis en la crisis”.


Cuando hablamos de crisis de proyecto queremos decir, en primer lugar, que se ha producido un cambio sustancial de estrategia política. La conversión de IU en el ala izquierda del zapaterismo pone de manifiesto el sometimiento a las lógicas políticas y mediáticas dominantes y evidencian el agotamiento, esperemos que temporalmente, de su carácter alternativo en su doble faceta: a las políticas neoliberales y a las formas de hacer política en estas democracias demediadas y crecientemente oligárquicas.


En segundo lugar, su progresiva institucionalización y burocratización. Resulta paradójico, pero es verdad: con apenas tres diputados y una menguadísima representación institucional y con gravísimos problemas económicos, IU ha centrado toda su actividad en sus relaciones privilegiadas y preferentes con el PSOE y el trabajo en las instituciones. Su implantación en la sociedad y su actividad en los movimiento sociales realmente existentes han quedado relegadas a un plano secundario y a la actividad espontánea de sus militantes.


La actividad política única de la organización, nos referimos a las impulsadas por la dirección federal, ha consistido en preparar las diversas campañas electorales y en ganar, por cualquier medio, poder interno, aún a costa, como pasó en la federación valenciana, de agudizar la crisis y propiciar su ruptura. No se ha tenido en cuenta que una fuerza como IU, precisamente porque quiere luchar de verdad contra el bipartidismo, tiene que ganar influencia social, relación con los movimientos (específicamente con el movimiento obrero) y protagonizar el conflicto de clases.


En tercer lugar, íntimamente unido a lo anterior, IU vive una crisis orgánica sin precedentes. Las organizaciones de base languidecen y apenas si tienen actividades relacionadas directamente con los ciudadanos y ciudadanas. Esta campaña electoral ha culminado un ciclo: los afiliados y afiliadas apenas si han contado y la estrategia de la misma ha desconectado explícitamente de ellos, de su movilización y de su tensión moral e ideal. Crisis orgánica también en una creciente desintegración territorial del proyecto y en inexistencia de una política común libremente aceptada. El equipo dirigente ya no dirige, gobierna una fracción multicolor que abiertamente conspira contra el propio proyecto y ha pretendido cambiar la naturaleza de IU aprovechando unas singulares primarias y una precampaña electoral que, lo diremos benévolamente, ha supuesto una agudización sin precedentes de la crisis estructural que IU viene anidando desde hace mucho tiempo. En un contexto así, no puede extrañar que centenares de compañeros y compañeras hayan ido abandonando la organización y que la desmoralización y el desánimo cunda por doquier.


En cuarto lugar, la pluralidad de IU se ha ido reduciendo y ha terminado por hacer emerger las diferencias entre militantes (todos) con carnet del Partido Comunista que se alinean diversa y antagónicamente en el seno de IU. El problema no es de ahora y pone de manifiesto la enorme dificultad de hacer coexistir dos aparatos simétricos y paralelos que, a su vez, se encuentran cada vez más separados política y culturalmente. Gaspar Llamazares y su equipo siguen teniendo el carnet del PCE y muchos de ellos son miembros de su Comité Ejecutivo y de su Comité Federal. Es decir, la pluralidad de IU se ha sustituido por la pluralidad del PCE, haciendo prácticamente imposible que otros colectivos y personas puedan llegar a formar parte de IU en igualdad de condiciones y libres de dependencias.


Por último, la acumulación de crisis ha terminado por generar un verdadero bloqueo de identidad de IU. A estas alturas, los hombres y mujeres de IU no saben muy bien si son la izquierda del PSOE o la izquierda alternativa anticapitalista y con voluntad socialista. No saben si su tarea histórica es cambiar al Partido Socialista o crear las condiciones histórico-sociales para una alternativa de izquierdas en nuestro país. La alianza rojo, verde y violeta que sintetizaba programáticamente la alianza entre el movimiento obrero organizado y los nuevos movimientos sociales emancipatorios, se ha ido convirtiendo en un galimatías absolutamente incomprensible para los no iniciados, donde aparecen ecosocialistas que poco o nada tienen que ver con una perspectiva socialista y con un ecologismo político digno de ese nombre y donde el pacifismo militante se combina, sin aparente contradicción, con el apoyo a unos Presupuestos Generales del Estado que, entre otros muchos elementos, incorpora un crecimiento imponente del gasto militar y de la investigación y ciencia dedicado a ello. Se ha perdido coherencia programática y emerge un debate ideológico trufado de tacticismo y de verdades a medias que someten a los afiliados y simpatizantes a la confusión y a una interpretación cada vez más esotérica de lo que viene de arriba.


Se podría continuar, pero creo que lo dicho supone una negativa de fondo a cualquier intento de cerrar el debate apenas iniciado y a un reajuste de poderes internos entre las Federaciones más poderosas económica e institucionalmente. De hecho, en los últimos años, esta estrategia ha sido intentada una y otra vez y ha fracasado siempre, precisamente porque ha ignorado el carácter y la profundidad de la crisis de IU y porque ha subestimado la nocividad de las políticas del actual grupo dirigente de IU.


El dato más significativo del que hay que partir es que IU, a pesar de todo, sigue teniendo una apreciable base social y electoral, una red organizativa que abarca prácticamente todo el Estado y un conjunto significativo de cargos públicos locales y provinciales que siguen apostando por IU y su futuro. Cualquier solución sería a la crisis de IU debe propiciar la participación activa de todos y cada uno de los afiliados y afiliadas de IU y de los miles de hombres y mujeres que simpatizaron o simpatizan con un proyecto que durante muchos años fue una esperanza real para miles trabajadores y trabajadoras y para una ciudadanía cada vez más subalternizada a los poderes fácticos, mediáticos y económicos.


Por lo tanto, lo fundamental aquí y ahora es tener un análisis veraz de lo que nos pasa y crear las condiciones colectivas para la superación de la crisis de IU. Muchos de nosotros defendemos una proceso autoinstituyente de IU, es decir, que los militantes, los afiliados y afiliadas, el soberano, defina las nuevas reglas, los principios y valores y los modos de organizarse y trabajar en la sociedad, haciéndolo de modo abierto e inclusivo, buscando que en el propio debate participen y converjan hombres y mujeres que estén dispuestos a organizarse en un proyecto de la izquierda alternativa. Crear ilusión, salir de uno marcos políticos y organizativos cada vez más limitados debe ser una tarea impostergable para afianzar el proceso. Queremos ser más, organizar más y generar expectativas positivas en una sociedad que vive con unos enormes déficits de izquierdas y que necesita de proyectos capaces de regenerar la vida pública y de mejorar las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías sociales. Autoinstituyente, en este sentido fuerte, significa situar en el centro la Política, con mayúsculas.


En definitiva, deberíamos ir a un proceso en dos fases. La primera, la próxima asamblea, tendría como objetivo definir con precisión y claridad la apertura de este proceso autoinstituyente y como hacerlo factible política y organizativamente, creando un equipo colectivo de dirección capaz de atender las enormes tareas políticas pendientes. En este sentido, nombrar un nuevo coordinador general sería cerrar más que abrir el proceso y nos podría llevar a divisiones internas que favorecerían de nuevo las lógicas de poder y la perpetuación de dinámicas que bloqueen una salida en positivo de la crisis.Una segunda fase, que comenzaría al día siguiente de la Asamblea, tendría como objetivo abrir un debate profundo en la organización y en la sociedad en torno al contenido de la izquierda alternativa hoy, de su programa y de su forma organizativa.


Autoinstitución significa, es bueno insistir sobre ello, que del proceso puede surgir la refundación o la reconstrucción de IU o bien la creación de otra cosa; significa que esto se deje en manos del conjunto de la militancia y que el debate irá esclareciendo y definiendo.IU tiene sentido, pero depende del compromiso moral e intelectual de los hombres y mujeres que seguimos pensando que otro mundo es posible, que el capitalismo no puede ni debe ser el horizonte insuperable de la humanidad y que la emancipación socialista sigue teniendo sentido.


Manuel Monereo Pérez, miembro de Presidencia Federal de IU, Ginés Fernández González, miembro de la Permanente Federal de IU.Madrid, 25 de Marzo de 2008

SEVILLA: ENCUENTRO ABIERTO DE ASAMBLEAS PARA RELANZAR IU



LA COMISION EJECUTIVA PROVINCIAL DE SEVILLA ORGANIZA UN ENCUENTRO ABIERTO DE ASAMBLEAS PARA RELANZAR EL PROYECTO DE IZQUIERDA UNIDA
Es muy importante una participación activa de la militancia, y exponer con claridad y transparencia cuantas propuestas veamos necesarias para mejorar nuestro proyecto.

Tras las pasadas elecciones han sido múltiples las reuniones, los análisis y comentarios de todo tipo sobre las causas de estos resultados tan duros y las posibles salidas y alternativas de cara al futuro para Izquierda Unida.

Pero hemos de compartir estas reflexiones y aunar esfuerzos para, entre todos, superar estas circunstancias adversas e impulsar nuestro proyecto: articular la izquierda transformadora en nuestro país y en Andalucía, una izquierda plural y participativa que se confronta con el sistema y lucha para terminar con las desigualdades sociales y de género, los desequilibrios territoriales, la destrucción del medioambiente... por la paz y por una vida digna para
tod@s, por los derechos civiles y sociales... y por tantas cosas que aún quedan por hacer...

Cuando hemos dicho que "somos necesarios", que IU "hace falta", estábamos convencidos de que nuestras ideas y alternativas son útiles para mejorar las vidas de las gentes; sin embargo, estos resultados han sido adversos: un diputado en Madrid, con el porcentaje más bajo de nuestra historia democrática, y un estancamiento en Andalucía (donde tuvimos cerca del 20% de los votos y 21 diputados) teniendo que soportar otra legislatura esa mayoría absoluta del PSOE.

El voto útil, el bipartidismo, la ley electoral, los escasos recursos, nuestros conflictos internos mal llevados, nuestro descenso organizativo y social, a veces nuestra pérdida de identidad política..., pero también, no lo olvidemos, un sistema socioeconómico y cultural basado en el consumo y el beneficio material, en el egoismo de la "sociedad satisfecha", en la competitividad y la insolidaridad, una economía especulativa y dependiente... todo eso, sobre las demás cosas, son los factores reales que hacen de IU una fuerza "a contracorriente", de por fuerza minoritaria, sobre la que los otros factores se ceban para crearle las condiciones de su exclusión política. Y esta vez han estado a punto de conseguirlo.

Por eso hemos de responder con nuevas alternativas, participar activamente, crear las condiciones para seguir en la batalla. Hemos de plantear abiertamente cuantas ideas y prouestas veamos convenientes para conseguir un cambio radical y positivo en nuestra organización, que supere sus males endémicos y abra más posibilidades en el futuro que las escasas que tiene en el presente, sin minusvalorar ese cerca de un millón de votos que en el Estado nos ha dado su apoyo.... La nueva coyuntura de crisis que se avecina pondrá de manifiesxto la necesidad de otras políticas y nosotros podemos jugar un papel muy activo.

Compañeros y compañeras:

Estamos preparando un encuentro de asambleas locales de la provincia de Sevilla, un encuentro abierto a personas y colectivos donde podamos, con una metodología participativa, manifestar nuestras opiniones y realizar las propuestas que en cada asamblea se hayan debatido. Un espacio también para la confraternización, porque hemos de recuperar un compañerismo muchas veces olvidado, hemos de sentirnos vinculados a un proyecto de izquierdas que entre todos construimos...

Una comisión trabaja un guión para el debate, con la idea de propiciar la participación de todas las asambleas y que las conclusiones puedan llevarse al encuentro provincial. Y éste encuentro deberá desarrollarse de manera abierta y en áreas temáticas, talleres o comisiones de trabajo, que, según los centros de interés más relevantes, planteen las propuestas desde la base. La situación de IU y el modelo de organización democrática que queremos, nuestra conexión con la sociedad y los movimientos sociales, la etapa de crisis económica que se avecina y nuestras acciones...

Saludos

Sebastián Martín Recio

martes, 25 de marzo de 2008

¿CÓMO RECONSTRUIR LA IZQUIERDA ESPAÑOLA?

Se recopilarán datos durante 2 meses y cada persona sólo podrá contestar una vez
¿Cómo reconstruir la izquierda española?

laRepublica.es lanza un sondeo entre militantes y simpatizantes

00:11h. del Martes, 25 de marzo.
laRepublica.es

Hoy martes 25 de marzo laRepublica.es abre un espacio para la participación de simpatizantes y militantes de la izquierda transformadora en España.

Tras el derrumbe de Izquierda Unida en las pasadas elecciones generales del 9 de marzo son muchas las incógnitas que se abren. La continuidad del propio proyecto de IU, la conformación de otro proyecto político basado en el legado de la coalición, la apuesta por nuevas fórmulas electorales o que el PCE se convierta en el referente electoral son algunas de las posibilidades que se barajan.

Sea como sea, parece claro que la militancia pide la palabra y los simpatizantes esperan que de este proceso salga un proyecto sólido que recupere y organice políticamente el espacio existente a la izquierda del PSOE.

¿Cual es el concepto principal que podria cohesionar a la izquierda? ¿Qué modelo es el ideal para unir a la izquierda? ¿Que habría que hacer con IU? ¿Qué papel debe jugar el PCE en este proceso? ¿Habría que intentar contar con el ala izquierda del PSOE y de las Juventudes Socialistas en un proceso de cohesion de la izquierda anticapitalista? ¿Hay espacio para una fuerza anticapitalista y republicana en nuestro país?

Estas y otras preguntas forman parte de la encuesta que publica hoy laRepublica.es y que durante dos meses recopilará datos de los simpatizantes y militantes.

Para participar puede hacerse a través de la web:
http://www.larepublica.es/encuestas/laizquierda/
No es posible hacer más de una encuesta por persona, para lo cual se pide indicar una dirección de correo electrónico válida y se invalidarán encuestas replicadas desde la misma IP.
A finales de Mayo se harán públicos los primeros resultados.

SOBRE LA NECESARIA RECONSTRUCCION DE IZQUIERDA UNIDA


Rosa Aguilar: "O se reconstruye o muere. Ya no hay otra oportunidad"
Izquierda Unida, entre el "zapaterismo de izquierdas" y su necesaria refundación
ELPLURAL.COM


Izquierda Unida perdió 300.000 votos el pasado nueve de marzo, lo que supone que la tercera fuerza política de España obtuvo, pese a su casi millón de votos, dos diputados. Estos resultados son fruto de la Ley Electoral, que IU apuesta por cambiar, pero lo cierto es que dentro del partido también se alzan voces culpando del descalabro a la forma de hacer política que ha desarrollado la formación durante la última legislatura. Es el caso de Felipe Alcaraz, presidente Ejecutivo del PCE y principal voz de los críticos. Alcaraz asegura en las páginas de El País que “la gente nos ha percibido como parte del PSOE”, perdiéndose IU en el Congreso y convirtiéndose en “una especie de pequeño sindicato que conseguía pequeñas cosas en los pasillos”. Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba por IU, apuesta por su parte por la reconstrucción del partido ante la inminencia de “la muerte” de la formación. Mientras, por encima de la crítica y la reforma ondea el fantasma de una deuda económica de 18 millones de euros.
Noticias relacionadas

Rosa Aguilar es una de las personas que apuestan por la reconstrucción inmediata de Izquierda Unida. “O se reconstruye o muere. Ya no hay otra oportunidad”, concluye la alcaldesa de Córdoba. Según Aguilar, desde hace años “ha habido un deterioro de la vida interna del partido. Se ha impuesto la zancadilla al debate y la lealtad” y Llamazares es responsable de ello porque “es el coordinador general”. Coincide con esta versión, aunque por razones bastante distintas el ex diputado Felipe Alcaraz -perteneciente al núcleo duro del PCE- obsesionado por alejarse de esa “especie de zapaterismo de izquierdas” en el que a su juicio cayó la formación hace bastante tiempo.


Otra postura


Esta última postura contrasta con la de la ex diputada Montserrat Muñoz, quien sostiene que el problema es que “no hemos convencido al electorado, que ha votado al PSOE, de que el voto útil de izquierdas éramos nosotros. Es un fallo de mensaje que hay que analizar”. Sin embargo, Muñoz asegura que “ésta es la legislatura en la que más hemos influido” e insiste en que “IU nunca ha sido más de izquierdas que ahora”.


Guerras intestinas


Entre las razones de la pérdida de votos por parte de Izquierda Unida son muchos los que esgrimen el escenario creado en el seno del partido con sus guerras internas. El Siglo recuerda que “la batalla interna es una tradición de Izquierda Unida”, con casos como el de la lucha de Julio Anguita y Nueva Izquierda. Los más recientes, las disputas mantenidas por el PCE e IU en Asturias, que concluyó con el cese de tres críticos de la dirección: Felipe Alcaraz, Willy Meyer y Manuel Monereo.


La Ley Electoral


La actual Ley Electoral es otro de los motivos de queja de Izquierda Unida. Pese a contar con casi un millón de votos, esto se traduce en el Congreso en dos diputados. “Esas cifras evidencian que a IU le cuesta cada escaño 480.000 votos y, por ejemplo, al PSOE 65.000”, reflexionaba tras la derrota Javier Madrazo, coordinador de Ezker Batua. Antonio Romero, secretario general del PCE andaluz, también criticó la ley por “injusta, fraudulenta y canalla”, y anunció que desde su federación se han impulsado dos denuncias judiciales contra la misma.


Al mismo tiempo que esto ocurre, IU recoge firmas para cambiar la Ley Electoral y planea apoyar la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno sólo si se compromete a abordar la reforma electoral.


Deuda “inviable”


Mientras todo esto ocurre, Izquierda Unida se enfrena a una deuda de 18 millones de euros. La actual dirección asegura que resulta “inviable” hacer frente a una cantidad semejante, por lo que se está barajando la venta de la sede federal, cuyo valor se calcula que ronda los nueve millones de euros. Montserrat Muñoz asegura, respecto a la deuda, que desconoce lo que va a ocurrir, “pero a nosotros nunca nos han condonado nada los bancos, como al PSOE y al PP. Lo afrontaremos con seriedad y saldremos adelante, como siempre”.


Asamblea de IU


De cualquier modo, parece que el futuro de Izquierda Unida se decidirá en su IX Asamblea, que se celebrará el próximo mes de junio. Gaspar Llamazares ya anunció que no renovará su mandato y, por el momento, no se barajan otros nombres que puedan sustituir al hasta ahora líder de IU. Mientras, IU baraja la posibilidad de unirse a ERC en el Congreso con el fin de no perder el grupo parlamentario, viéndose obligada a entrar en el Grupo Mixto. -->

lunes, 24 de marzo de 2008

MILITANTES DE IU PIDEN LA PALABRA ANTE LA ASAMBLEA FEDERAL

Militantes de IU piden la palabra ante la próxima asamblea federal
tercerainformacion.es
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64912

Militantes de base de Izquierda Unida lanzan un manifiesto pidiendo la palabra para el próximo proceso asambleario. Llaman a la renovación, al debate sosegado para un proceso asambleario sin prisas, y a "una transformación radical en el funcionamiento de Izquierda Unida, en la que los tratos en los pasillos y las intrigas cortesanas sean sustituidas por democracia, participación y transparencia."Para ello han habilitado el siguiente blog, Pedimos la palabra: y ahora, las bases, donde han colgado el siguiente manifiesto y piden la firma de los militantes.

Pedimos la palabra: y ahora, las bases.


Los abajo firmantes, militantes de Izquierda Unida en sus diversas tendencias, creemos que la situación que atraviesa IU es el resultado de diferentes y variados factores, tras los cuales casi siempre hay un denominador común: los interminables conflictos enconados entre aparatos y las prácticas contrarias tanto al espíritu democrático de nuestra organización como a los propios estatutos que regulan su vida interna. Estas luchas, además, se complementan peligrosamente con la escasísima renovación de los órganos de dirección, que contribuye a la perpetuación de viejas y estériles disputas con mayor contenido personal que político.


Tras la debacle electoral sufrida y después de haber realizado una rápida autocrítica, parece que, una vez más, los representantes de esos aparatos desean aferrarse a las mismas posiciones y pretenden reproducir dicho enfrentamiento en una Asamblea ’express’ a celebrar en un plazo de tres meses, que aporte varias caras nuevas pero supedite nuevamente el debate político al reparto de puestos, desviando la mirada de los problemas reales en una huida hacia delante con escaso recorrido.


Parece evidente que no se puede seguir en esta línea; nosotros pensamos que ha llegado la hora de una renovación real. El contenido de esa renovación está abierto y deberá tomar forma en el debate colectivo. Pero para empezar debe producirse una transformación radical en el funcionamiento de Izquierda Unida, en la que los tratos en los pasillos y las intrigas cortesanas sean sustituidas por democracia, participación y transparencia.


Si verdaderamente apostamos por la renovación real de Izquierda Unida y queremos llevar a cabo una democratización de su funcionamiento interno, no podemos aspirar a cerrar el proceso asambleario a la velocidad vertiginosa que implicaría celebrar una Asamblea dentro de tres meses. Por el contrario, necesitamos un debate largo y sosegado en el que sea posible discutir sin las presiones de las luchas personalistas, tanto de las estrategias políticas que consideremos más adecuadas para Izquierda Unida, como de los cambios organizativos que nos permitan implantar internamente la democracia participativa que defendemos para el resto de la sociedad.


Por todo ello, pedimos:


· Un proceso asambleario más pausado, que incluso podría realizarse por etapas diferenciadas para tratar con la suficiente calma asuntos diferenciados (como el proyecto político, la democracia interna y la renovación de la dirección) e impedir que los cambios necesarios se cierren en falso. Por otro lado, para favorecer el proceso renovador debe tenerse cierta sensibilidad para evitar que coincida con los períodos típicos de exámenes de los estudiantes, como es el final de curso lectivo, facilitando así la incorporación de los jóvenes a la renovación de Izquierda Unida.


· Se deben actualizar, coordinadamente con las federaciones, los censos de afiliados y afiliadas, adecuándolos a nuestra normativa y ajustándolos a la realidad. Para ello sería importante buscar acuerdos unánimes en comisiones plurales, cuya composición (al menos en parte) podría decidirse mediante sorteo ante notario entre la militancia, lo que favorecería la neutralidad y la legitimidad de sus resoluciones.


· Se debe garantizar la pluralidad, la publicidad y la transparencia del debate. Esa combinación de información plural, discusión pública y decisiones transparentes es tan necesaria como primer punto para profundizar y extender la participación de las bases en todas las decisiones de IU, que en el futuro debería ser garantizada estatutariamente, haciendo uso de las herramientas de comunicación disponibles.


· Debe producirse una renovación general: de las palabras a los hechos. Los compañeros que han personificado el conflicto en los últimos años deben dejar paso a gente que esté dispuesta a llegar a síntesis y acuerdos. Sólo de esta forma puede crearse el buen clima que posibilite un debate real y, sobre todo, una democracia participativa transparente sin los vicios adquiridos en el pasado.


· Izquierda Unida tiene una asignatura pendiente con los movimientos sociales, cuya invocación retórica en nuestro discurso no siempre se corresponde con una práctica real de colaboración. El proceso que ahora se abre es una buena oportunidad para comenzar a rehacer puentes con activistas, redes y organizaciones sociales. Por eso, debería abrirse alguna fase de la Asamblea a su participación, así como a la de formaciones políticas cercanas que deseen participar y a los nuevos afiliados que se están incorporando para ayudar en esta situación, siempre de un modo garantista y transparente, con la vista puesta en una refundación de IU abierta a las gentes de la izquierda.


· El debate político dentro de Izquierda Unida debería incluir también su forma de organización territorial y la relación con las diferentes federaciones, de modo que tras el proceso asambleario quede clara la estructura federal de IU y esa estructura sea el resultado del debate público y la decisión democrática. Por ello, sería lógico que las federaciones que participen en la Asamblea acepten el carácter vinculante de las decisiones que se adopten en ella.———————————————————————


Puedes enviar un correo electrónico a

manifiestoasambleaiu2008@gmail.com o dejar un comentario indicando expresamente que quieres suscribirlo. Indica, por favor, tu nombre y la federación y/o asamblea en la que militas.
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Ara García Nogales , Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Hugo Martínez Abarca, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Jorge Sola Espinosa , Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Antonio V.R. , Izquierda Unida Región de Murcia

Iván Sánchez Valero, Esquerra Unida del País Valenciá

Félix Martínez Campos, Izquierda Unida de Navarra-Nafarroako Ezker Batua

David C.A. , Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Carlos Luengo Gonzalez, Izquierda Unida Extremadura

Pedro Mª De Palacio, Izquierda Unida Castilla y León

Álvaro Villar Calvo, Izquierda Unida de La Rioja

Javier Álvarez Busto, Izquierda Unida de Asturias

Sergio Ramos Fernández, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Óscar Guardingo Martínez, Esquerra Unida i AlternativaAdal Alom Rodríguez. Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Alberto Hidalgo Hermoso, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Jorge Resina de la Fuente, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Inés Campillo Poza, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Federico Sabater Quinto, Esquerra Unida del País Valencià

Rafael García Almazán, Izquierda Unida Comunidad de MadridVíctor Manuel Casco Ruiz, Izquierda Unida de Extemadura

Alfonso Salmerón. Esquerra Unida i Alternativa

Javier Ruiz Aranguren, Izquierda Unida de Navarra-Nafarroako Ezker Batua

José L. de la Torre Lorente, Esquerra Unida i Alternativa

Pedro Jesús Camacho Silvente, Izquierda Unida de la Región de Murcia

Ángel Enrique Abalde Gil, Esquerda Unida- Izquierda Unida de Galicia

Arístides García, Izquierda Unida Extremadura

Vicent Babiloni, Esquerra Unida del País Valencià

Daniel Álvarez, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Eva Gloria Barbero Patiño, Esquerda Unida- Izquierda Unida Galicia

Javier Villalobos Bergasa, Izquierda Unida de Navarra-Nafarroako Ezker Batua

Jose Manuel Sanz Molinero, Esquerra Unida del País Valencià

Rodrigo García Gámez, Izquierda Unida de la Región de Murcia

Gonzalo Sánchez-Toscano Salgado, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Diego Calvo Sanz, Ezker Batua Berdeak

Félix Díez Romero, Izquierda Unida Castilla y LeónAntonio

Jesus Perez Fernandez, Izquierda Unida Los Verdes Convocatoria por Andalucía

Jone Martínez Palacios, Ezker Batua Berdeak

Gonzalo Sánchez Martínez, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

Oscar V. Ramirez Sales, Esquerra Unida del País Valencià

Jesús Roche Nebra , Izquierda Unida Aragón

Javier Dronda Martínez, Izquierda Unida de Navarra-Nafarroako Ezker Batua

Javier Sánchez Serna, Izquierda Unida de la Región de Murcia

Vicente Abarca Piqueras Esquerra Unida del País ValenciàJavi Perez Hoyos, Ezker Batua BerdeakPedro Antonio Pina Máiquez, Izquierda Unida de la Región de MurciaJosé Penín López, Izquierda Unida de AsturiasJuan Francisco Reina Raposo, Izquierda Unida de ExtemaduraJuan Antonio Laso Álvaro, Izquierda Unida de ExtemaduraIñaki Valentín Pérez, Ezker Batua BerdeakIgnacio Tebar Rubio-Manzanares, Esquerra Unida Pais ValenciaAnder Gutiérrez-Solana Journoud, Ezker Batua BerdeakPatrick Vandeweyer, Izquierda Unida Los Verdes Convocatoria por AndalucíaEva Galindo Peralta, Izquierda Unida Los Verdes Convocatoria por AndalucíaMiguel Ángel Sánchez Arvelo, Izquierda Unida CanariaRoberto García González, Izquierda Unida Castilla y LeónDavid García Carro, Izquierda Unida Comunidad de Madrid

jueves, 20 de marzo de 2008

IZQUIERDA UNIDA: RAZONES PARA UNA ESPERANZA COLECTIVA


Izquierda Unida
Razones para una esperanza colectiva
Manuel Monereo Pérez
Rebelión

18-03-2008

1.- Creo que era Ulrich Beck, cito de memoria, quien decía que existían ideas-zombi que se repetían continuamente aunque apenas reflejasen ya alguna realidad social o simbólica, convirtiéndose muchas veces en un obstáculo insuperable para avanzar en un debate de ideas en serio. Esto tiene que ver con las cosas que ha venido diciendo el actual grupo dirigente de IU a la hora de analizar y valorar los resultados de las elecciones generales del 9 de marzo. Son las ideas-zombi, machaconamente repetidas, al menos, desde el 2.004, que hacen referencia a situaciones excepcionales, a la apoteosis bipartidista y a un sistema electoral sustancialmente injusto.


El asunto está empezando ya a ser preocupante y estamos pasando de ideas-zombi a zombis sin ideas que dejan a la militancia perpleja y pueden conducir, si no se remedia pronto, a que a la decepción le suceda la desmoralización y, mas allá, el abandono de un proyecto que, en sus contenidos sustanciales, sigue siendo viable y necesario, no para los aparatos o las direcciones, sino para miles de hombres y mujeres que confían en que otro mundo sea posible y en que hay que organizarse y luchar para conseguirlo.


Lo primero que habría que señalar es que bipartidismo y sistema electoral fomentador del bipartidismo ha existido desde el comienzo de la ya no tan joven democracia española; es más, pocos recuerdan ahora que lo sustancial de la vigente Ley Electoral estaba ya en el espíritu y la letra de la ley de la Reforma Política aprobada por las cortes franquistas. Produce sonrojo que, con lo que ha llovido, Santiago Carrillo siga defendiendo bobaliconamente una transición que en su frontispicio estratégico tenía como objetivo reducir a la mínima expresión la indudable fuerza del Partido Comunista de España.


Antes y ahora lo fundamental del bipartidismo es organizar un sistema político que no cuestione los poderes realmente existentes.Por lo tanto, bipartidismo hubo con el PCE, con IU, con cuatro diputados, con veintiuno, con tres o con dos. El problema, antes y ahora, es el mismo: como combatirlo y para qué. Llamazares, en 2.004, emprendió una determinada estrategia que significó una ruptura nítida con la etapa anterior. Ahora hay que evaluar sus consecuencias organizativas, políticas y electorales. La posición mayoritaria de IU fue asociarse a la victoria electoral del Partido Socialista y, desde ella, condicionarla hacia su izquierda, esperando que una parte del electorado común premiase a IU, consolidándola como la izquierda reconocida y reconocible del PSOE.


El gobierno de Zapatero ha tenido algunos fracasos notables en esta legislatura, no ha hecho una política de izquierdas y no ha tenido, ni en la calle ni en el Parlamento, una oposición desde la izquierda. Las alianzas políticas nunca han sido solo una cuestión de ideas o de programas, sino de fuerzas organizadas. Pensar que con tres diputados se podría condicionar por la izquierda al gobierno Zapatero, era una ilusión y, lo que fue más grave, reducir la política de IU a pactos parlamentarios y a la presencia, más o menos permanente en los medios de comunicación. Esta estrategia terminó siendo suicida, ya que la única posibilidad real de influir era reactivar la base organizativa y electoral y promover el conflicto social. Institucionalizarse y burocratizarse con tan menguada fuerza parlamentaria, por mucho respaldo mediático que se haya tenido, terminó por dividir a la propia organización y por generar una pérdida de identidad con apreciables consecuencias en la militancia de IU.


Constatar la división interna de IU y la pérdida de referentes morales e ideales de su base social no requiere una gran sagacidad. Eso sí, se puede agravar haciendo anticomunismo y obteniendo el premio de unos medios de comunicación, siempre dispuestos a privilegiar renovaciones que se aparten del "fundamentalismo" del "programa, programa, programa", lucha contra el neoliberalismo y demás "excentricidades" como situar en el centro de una política realmente de izquierdas la diferencia entre alternancia y alternativa. Se dijo y se dice que lo importante era hacer política. Por eso se apostó por apoyar a Zapatero, contraponer en abstracto derecha e izquierda y señalar al enemigo interno como el problema real. Esta concepción de la política es la que ha dado estos resultados.


2. La campaña no ha hecho otra cosa que señalar hasta la exageración las consecuencias de estos cuatro años de alianza estratégica con el gobierno del PSOE. No ayudó mucho que la precampaña fuese iniciada con la depuración, más simbólica que real, de conocidos opositores a la política del coordinador general. El "puñetazo en la mesa" de Llamazares tenía un doble objetivo: dar una señal de que estaba dispuesto a eliminar los obstáculos que impedían realizar el cambio de naturaleza de IU y, que en la nueva etapa se iba a exigir una fuerte disciplina y un grupo parlamentario claramente alineado con el coordinador general ya que se pensaba en una alianza de gobierno con Zapatero.


Era coherente pues, que desde el actual grupo dirigente de IU, la batalla contra la Federación Valenciana cobrase especial virulencia ya que el diputado valenciano era casi seguro y habría que conseguir, costase lo que costase, que fuese próximo al coordinador general. El resultado es conocido: ruptura de la Federación y la presentación de una candidatura alternativa a IU encabezada por la persona que representaba la política del coordinador general. Que en estas condiciones se perdiese el diputado era previsible.No merece la pena hablar mucho de la campaña y de su estrategia. Sería un ejercicio inútil. Los fallos han sido tan evidentes, que creo que casi nadie la defenderá a estas alturas. Dos notas sí que merecen la pena tomarlas en cuenta. La primera, que el coordinador general se pasó casi toda la campaña criticando duramente al Partido Socialista y reclamando ministerios, para los que dio nombres, en un futuro gobierno de coalición con el PSOE. La segunda es que la campaña de IU, personalizada en su coordinador general, demostró el mismo error de percepción electoral y social de su estrategia política. Que votantes y simpatizantes del PSOE, así como los medios de comunicación próximos a él valoraran tan positivamente a Llamazares se justificaba porque lo sentían suyo, parte de su propia estrategia. De ahí a votar IU no había un paso sino un abismo. Lo peor de "súper Gaspi" no fue, obviamente lo de la quema de las fotos de la familia real, fue el pedir disculpas y retirarla.


3.- Seguimos donde estábamos en el 2.004, simplemente hemos perdido 4 años y muchas cosas en el camino. Lo más grave ha sido la pérdida de identidad y la disolución moral del proyecto. La derrota electoral del 2.004 indicaba atronadoramente que IU vivía una etapa de excepción. Las Casandras se vieron sometidas al destino que los dioses le asignaron: llevar razón y que nadie se lo reconociese, o muy pocos al menos. Se prefirió el atajo, la maniobra politicista y el buen sentido de los realistas de asociarse a los poderes realmente existentes. El estado de excepción se ha convertido en permanente y el proyecto de IU, en su actual formato, se ha agotado. Se podrá opinar si el vaso está medio lleno o medio vacío. Eso se pudo hacer con alguna credibilidad, en el 2.000 y en el 2.004; hoy es una estrategia zombi: no refleja realidad social, no refleja realidad organizativa y nos condena a una decadencia cada vez más acentuada.


Hacen falta ideas y propuestas. Anudar bien tradición y proyecto alternativo, señalar las continuidades y precisar mucho las discontinuidades. Como siempre, las salidas ya están en la realidad, se viven en la sociedad y en la propia militancia. Sabiendo que no hay atajos y que hay que reconstruir social, política y programáticamente el proyecto. El objetivo, parece claro: una fuerza política republicana, federalista y anticapitalista, con voluntad socialista. Por abajo, en medio y en lo alto, esta opinión es mayoritaria y lo será más si la dirección actual crea las condiciones para que haya realmente un debate democrático en el que todas y todos participen.La peor tentación, y la que nos llevaría al fracaso seguro, sería un arreglo por arriba que maquille resultados y propuestas propiciando un reparto del poco poder que va existiendo en la organización. En nuestras actuales circunstancias, la lampedusiana propuesta de cambiar todo para que todo siga igual, no es otra cosa que decir "adelante y sin miedo" cuando estamos ante el precipicio.


Sin la participación activa de todos y cada uno de los afiliados y afiliadas, sin recuperar el sentido y el orgullo de la pertenencia, la izquierda alternativa de este país no se recuperará y terminaremos frustrando unas esperanzas ya muy disminuidas.


Por lo tanto, a mi juicio es necesario:


1º) Ir a una Asamblea de Izquierda Unida con tiempo suficiente, no antes del mes de octubre próximo, que abra un proceso instituyente en el que los hombre y mujeres de IU estén dispuestos a participar activamente con otras personas y colectivos para construir una fuerza de la izquierda alternativa. Instituyente significa, al menos, que los hombres y mujeres de IU se autogobiernen, definan las reglas del juego, expliciten un programa, señalen los elementos básicos de una estrategia y digan como quieren trabajar en la sociedad y cuales serán sus relaciones con las instituciones.


2º) La comisión plural de la que se habla tiene que ser la dirección ejecutiva del proceso, dependiendo de la Presidencia y del Consejo. Lo fundamental es que en la próxima asamblea de IU se aprueben unas tesis políticas claras que fundamenten el proceso instituyente y que definan, tras una evaluación política y financiera rigurosa, el marco político organizativo del próximo periodo.


3º) Claridad en las reglas que definen mayoría y minorías y las legitimen democráticamente; sin esto será muy difícil recuperar los consensos básicos y la confianza a todos los niveles. Me refiero a que en IU prevalezcan la democracia y el Estado de Derecho. Eso requiere censos claros y verificables, elecciones con garantías y dotarnos de métodos de trabajo que propicien la unidad y la participación. A estas alturas todos sabemos como se puede y se debe de organizar nuestra vida política interna.


Julio Anguita nos enseñó algo precioso que hemos ido perdiendo en estos años: la dignidad. Somos una fuerza que tenemos un punto de vista "de parte", nuestra referencia son los de abajo, las clases trabajadoras y nuestros enemigos son los poderosos, los que explotan, discriminan y dominan. Es lo que un viejo filósofo nos legó unos días antes de su suicidio para no caer en manos de la Gestapo: ver la historia desde los vencidos y luchar siempre contra este mundo duro y terrible sabiendo que la liberación es una tarea colectiva que exige un fuerte compromiso político-moral.

IZQUIERDA UNIDA: FINAL DE ETAPA


REBELIÓN
19/03/2008
Izquierda Unida
Final de etapa
Alfonso Salmerón, portavoz del grupo municipal d’ICV-EUIA en l’Hosiptalet y miembro de la comisión permanente de EUIA

Los resultados obtenidos por Izquierda Unida suponen una derrota sin paliativos. Si bien es cierto, que padecemos una Ley electoral absolutamente injusta, el raquítico balance de las elecciones del pasado domingo, un diputado por Madrid y otro por Barcelona, no admiten excusas. Es más, cometeríamos un grave error si no viéramos en esta derrota el final de una larga etapa de la izquierda transformadora en nuestro país.

Una derrota sólo comparable a la cosechada por Santiago Carrillo en las elecciones del 82. En aquello ocasión, el cambio prometido por Felipe González destrozó al PCE en las urnas. Un partido que había sido fundamental en la lucha antifranquista durante casi cuarenta años, que mantuvo viva y organizada la resistencia, con una capacidad heroica de penetración en la sociedad, no supo entonces adaptarse a la realidad del juego democrático y fue barrido electoralmente por el PSOE.

Sin embargo, aquel PCE, a diferencia de la IU actual en todas sus expresiones federales o autonómicas, continuaba teniendo un importantísimo arraigo social en el movimiento obrero, ciudadano y cultural, y tendría, más tarde, una presencia fundamental en el movimiento pacifista de oposición a la entrada de España en la OTAN.

Tras aquella derrota, el partido comunista supo leer magistralmente la realidad, y Gerardo Iglesias liderar tras la debacle, el alumbramiento de un movimiento político y social amplio con los comunistas como motor, pero abriendo de par en par las puertas a todo lo que se movía en dirección contraria al sistema. Y a esa experiencia se acercaron el PASOC, el ecologismo político, compañeros que venían de la tradición libertaria y otra mucha gente, que poco más tarde, en 1987, hizo que Izquierda Unida, en todas sus expresiones a lo largo y ancho del Estado, irrumpiera con fuerza en el mapa político, teniendo su mayor representación parlamentaria en el 1996.


A partir de entonces, la historia hasta nuestros días, es sobradamente conocida. El pacto Frutos-Almunia del 2000 y la oposición influyente de Llamazares en el 2004, que se cerró el pasado domingo con el peor resultado obtenido en la historia más reciente de nuestra democracia.


Estamos ante el final de esa etapa que empezó en el 82. Y el diagnóstico vale tanto para el conjunto de España como para Catalunya. No es verdad que Catalunya haya aguantado mejor que el resto de provincias como hemos oído decir interesadamente los últimos días. Si se hace una lectura en profundidad en todo el Estado, veremos que las diferencias en porcentaje entre todas las circunscripciones son absolutamente despreciables. La conclusión es más estadística que política. Sólo hemos obtenido representación donde la Ley electoral nos lo ha permitido y punto. Los resultados obtenidos en poblaciones del Madrid metropolitano en poco en nada difieren de los obtenidos en nuestra área metropolitana. O dicho de otra manera, no hay diferencias entre el votante de Cornellà y el de Alcorcón..


¿Qué hacer ahora? ¿Cómo salir de ésta? Lo primero, no conformarse con los argumentos más o menos complacientes que hemos oído estos días. Ni vamos a cambiar la Ley electoral con dos diputados, ni el tsunami bipartidista desaparecerá en las propias elecciones. Hay que ahondar algo más adentro para poder respondernos alguna pregunta. Estamos ante una derrota de causas estructurales más que coyunturales que tienen que ver con la americanización de la cultura política española pero también con la pérdida de base social de la izquierda alternativa.


Para empezar, ni tenemos ni tendremos jamás los mismos instrumentos ni los mismos medios que los grandes partidos para competir en igualdad de condiciones. Ni económicos ni mediáticos. Hemos visto como IU, que había tenido hasta entonces, una presencia informativa aceptable, desaparecía de los medios en la recta final de campaña.

La nuestra es otra guerra. Y hemos cometido el inmenso error de caer en esa trampa, de aceptar jugar con las mismas reglas de juego, olvidando que nuestro capital ha estado siempre en enraizar nuestra propuesta política con fuerza en la sociedad. Conjugando a un mismo nivel, programa de cambio y movilización.
Carlos Taibo escribía recientemente, que había un exceso de burocratización y funcionarización en los dirigentes y cuadros de Izquierda Unida. Y algo de eso también hay. A menudo se ha creído, ingenuamente, que el apoyo electoral vendría únicamente como consecuencia del desempeño de nuestras tareas institucionales, ya fueran de oposición o de gobierno, realizadas casi siempre de manera más que eficiente, dicho sea de paso.

Olvidando, sin embargo, que la hegemonía política, en el sentido que le dio Gramsci, se gana en la calle, en la movilización social. En la construcción de una amplia red social, diríamos ahora, de sinergias de transformación que acompañaran nuestro programa político. Si el PCE aguantó la primera OPA lanzada por el PSOE en los ochenta, fue porque conservaba un excelente músculo social forjado en la lucha a lo largo de los cuarenta años de dictadura en todos los frentes posibles.

A mi juicio, todavía hoy, el grueso de nuestro nada despreciable millón de votos, proviene de lo que se consiguió construir durante aquellos años, un sedimento sobre el que después se han ido superponiendo movilizaciones modernas como el ecologismo, o el movimiento altermundista, en las que Izquierda Unida, ICV-EUIA en Catalunya, han tenido un notable protagonismo.

Se trata de volver a empezar. Sobre la base de ese casi millón de apoyos. Sin despreciar lo que hemos hecho bien. Pero volver a empezar, en definitiva. Volviendo a la raíz. Con muchas dificultades objetivas producto de los tiempos que corren, pero con muchas potencialidades porque existe sin duda, espacio político para una izquierda que haciendo frente al pensamiento único, proponga un modelo alternativo de sociedad.

Habrá que adaptarse entre otras cosas a una presencia institucional menor y oscilante, producto del sistema político. Es decir, habrá que reformar nuestra organización en profundidad para no fiarlo todo a la contienda electoral. Habrá que contar con ello y abordar con urgencia ese profundo cambio que vuelva a hundir nuestras raíces en la sociedad, allá donde el conflicto social se expresa con mayor gravedad, ofreciendo nuestra voz y nuestra organización para la denuncia, la movilización y la propuesta alternativa.

No se trata, en mi opinión, de nuevos ni de grandes inventos. No se trata de modernizarse, como le hemos oído decir a algún dirigente de ICV en estos días. Nuestro proyecto es válido en lo ideológico y en lo programático, pero hemos de cambiar radicalmente nuestra relación con la sociedad, al tiempo que simplificar nuestra propuesta electoral.

El problema no está en lo rojo ni en lo verde. En si somos más comunistas o ecosocialitas. El problema como siempre, no es nominativo. Existe un único espacio político a la izquierda de los socialistas, y tengo la impresión, evidentemente subjetiva, que hay mucha gente que nos sigue votando muy a su pesar de las sopas de letras y de los ejercicios intelectuales a los que les sometemos para diferenciarnos entre nosotros. Somos la izquierda y punto. La izquierda que quiere transformar este sistema estúpido. La que no compite con la derecha en ofertas electorales. La que está exactamente al lado de los que sufren a lo largo y a lo ancho del planeta. Dejémonos de monsergas y pongamos manos a la obra, un millón de electores están esperando que reaccionemos. De manera que no hay tiempo que perder. Es el final de una etapa, pero no ha llegado el final del trayecto. Casi un millón de votos lo avalan. Salut i bon treball.

SEGÚN LA CUARTA INTERNACIONAL IU se escinde y se derechiza


Artículo publicado en wsws.org (world socialist web site), del comité internacional de la cuarta internacional, unos días antes de las elecciones... (su publicación en el blog no implica compartir sus contenidos)

España: Izquierda Unida se escinde a la vez que deriva más hacia la derecha.
Por Vicky Short20 Marzo 2008

Este artículo apareció en nuestro sitio en su inglés original el 6 de Marzo 2008.

La coalición Izquierda Unida (IU) se está desintegrando, con facciones beligerantes del Partido Comunista Español (PCE) compitiendo por la supremacía.

La lucha interna se ha visto acompañada por insultos públicos, expulsiones, protestas, casos judiciales y divisiones en las organizaciones locales de la coalición. Se predice una auténtica escisión nacional en breve entre las dos facciones, la mayor encabezada por el actual coordinador de la IU, Gaspar Llamazares, y la otra dirigida por los llamados “críticos”, incluyendo a politicastros estalinistas con muchos años de servicio tal como el ex coordinador de IU, Julio Anguita. Aunque la mayoría de los dirigentes de ambas facciones son antiguos miembros del PCE, los partidarios de Llamazares denuncian a los “críticos” como “comunistas” o “del Partido Comunista”.

La encarnizada lucha dentro de IU es una respuesta política a los problemas que enfrenta el sistema político español. En un momento de creciente crisis económica y de descrédito de los viejos partidos reformistas y estalinistas, un requisito clave para la élite gobernante es la formación de un mecanismo con que evitar que la creciente oposición social se transforme en un movimiento político que pudiera poner en peligro los intereses fundamentales de las grandes empresas. Una vez más, el PCE está llamado a cumplir esta función desviando un movimiento hacia la izquierda entre los trabajadores españoles y la clase media y encauzándolo a apoyar al gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Desde que llegó al poder, el PSOE liderado por José Luis Zapatero ha defendido los intereses de las élites gobernantes de España a costa de la población trabajadora. Ha claudicado ante el derechista Partido Popular (PP) y ha tratado de bloquear cualquier movimiento de la clase obrera española para defender sus intereses económicos y políticos.

El PSOE llegó al poder en 2004 gracias a una revuelta popular contra la política económica neo liberal y la política social del PP asi como su apoyo a la invasión de Irak. Desde entonces, el PSOE ha seguido una política económica en favor de los negocios, mientras que el nivel de vida de los trabajadores españoles se ha deteriorado de manera dramática. Las rectricciones de crédito en todo el mundo ha llevado a una importante caída en los precios de la vivienda, mientras que ha crecido el endeudamiento de España. La respuesta del PSOE a las repetidas provocaciones del PP, la Iglesia católica y los militares en las cuestiones de la autonomía regional, las negociaciones con ETA, el laicismo, el aborto y las medidas para reconocer los crímenes de la dictadura de Franco ha sido conciliatoria.

El partido sigue estando ligeramente por delante en las encuestas de opinión para las elecciones 9 de marzo gracias a la arraigada hostilidad de los trabajadores hacia el PP, y se espera que las gane. Pero existe la posibilidad real de que no sea capaz de formar un gobierno de mayoría. Además, incluso si gana un segundo mandato, se enfrenta a graves dificultades. Debe imponer la creciente crisis que enfrenta el capital español sobre las espaldas de una clase trabajadora políticamente impaciente y combativa.

Wolfgang Münchau afirmó en el Financial Times el 2 de Marzo que “el ganador pasará los próximos cuatro años resolviendo un desorden económico en una escala que no se ha visto en España en los tiempos modernos”.

“Los dos motores de la próxima crisis económica española son un colapso del mercado de la vivienda y un déficit por cuenta corriente, ahora en el 10 por ciento del producto interior bruto. Los dos están relacionados, por supuesto, porque la burbuja de la propiedad ha sido una fuerza impulsadora del auge del gasto financiado con crédito”.
Él continúa, “Entre 1995 y el año pasado, el precio de la vivienda española se triplicó en términos nominales, y se duplicó en términos reales .... Yo supondría que los precios de la vivienda en España tuvieran una caída real de casi todo lo que han aumentado durante los últimos 10 años ....”

”El impacto económico de esta recesión en el ciclo de la vivienda va a ser peor para España que para otros países. Una estadística realmente asombrosa sobre España es el hecho de que la inversión en la construcción constituye el 18 por ciento del producto interior bruto español, de acuerdo con la base de datos Ameco de la Unión Europea. En Francia y Alemania, la proporción es de alrededor del 10 por ciento. ”

Münchau predice “media década de crecimiento cero—tal vez más largo, tal vez peor, tal vez ambos.”
Ambas facciones dentro de la IU están respondiendo a las dificultades electorales inmediatas que enfrenta el Partido Socialista, así como a la creciente amenaza de que los problemas económicos de España desencadenen una irrupción de luchas sociales y políticas.

El principal objetivo de las declaraciones de la facción Llamazares se centra en su integración en un futuro gobierno del PSOE y la aceptación de carteras ministeriales si Zapatero gana las elecciones con una mayoría reducida y se ve obligado a formar un Gobierno de coalición. Después de una reciente reunión con Zapatero, Llamazares declaró, “No nos plantemos ningún límite. No tenemos estigmas como para no participar en el Gobierno. Dependerá del compromiso programático”.

En su búsqueda de escaños electorales y de un papel en el gobierno, Llamazares y sus partidarios se están despojando de toda pretensión de representar una alternativa al PSOE, independiente y de izquierda.
Es por ésto que Llamazares ha actuado con tan implacablemente contra las facciones opositoras dentro de su partido. Según las informaciones de diarios españoles, un baño de sangre político tuvo lugar en una reunión de la ejecutiva de IU el 18 de diciembre. Se aprobó una resolución de la Presidencia de IU encabezada por Llamazares, expulsando a los tres miembros más prominentes del PCE, los cuales habian ayudado a crear la IU en 1986. Los expulsados fueron Felipe Alcaraz (presidente del PCE en Andalucía durante los últimos 21 años y presidente de la organización nacional desde 2005), el eurodiputado Willy Meyer y Manuel Monereo, miembro del comité político PCE, y uno de los principales ideólogos del partido.

La reunión también aprobó otras resoluciones dirigidas a los “críticos”. Una de ellas pide la revisión de las listas de miembros, en particular en Andalucía, en preparación para la Conferencia de 2008 de IU. Esta se llevará a cabo después de las eleciones del 9 de marzo, y los comentaristas dicen que la excisión se finalizará entonces. Otra resolución ordenó a la IU de Valencia que celebrara nuevas elecciones primarias para seleccionar otro candidato para las elecciones generales. Esto daría a la facción de Llamazares tiempo para movilizar a sus partidarios. La organización de Valencia se ha dividido ya, dando lugar a amargas disputas sobre qué faccion mantiene el nombre de "IU”. Dos candidatos se presentan a las elecciones bajo su bandera.

Tras este baño de sangre político, los “críticos” y sus seguidores condenaron a Llamazares por embarcarse en una guerra, que dicen que destruirá a IU. Alcaraz declaró, ”Llamazares ha colocado una bomba en el seno de IU”, Advierten de que la capitulación abierta de Llamazares ante Zapatero pondrá en peligro la reclamación de IU de ser una alternativa política a los partidos del sistema.
El ejecutivo de IU afirmó que sus acciones eran necesarias para “mejorar la capacidad de IU para un liderazgo colectivo y para garantizar una línea política coherente”. Llamazares dice que el voto le dio la autoridad para volver a refundar IU y abrirla a “ Nuevos sectores emergentes (de la sociedad): ecologistas, pacifistas, feministas ....”

“Invitamos a colaborar en la elaboración de nuestro programa a otras fuerzas de la izquierda alternativa y la izquierda nacionalista”, añadió.
La amarga lucha para romper la pasada vinculación de IU con el Partido Comunista y orientarse hacia otras tendencias cuenta con el apoyo de otros destacados miembros del PCE. Concha Caballero, portavoz del IU en el parlamento autónomo de Andalucía, que se ha sumado a la facción de Llamazares, declara que IU ha “ido para atrás” desde que el PCE “se hizo con el control de la misma.”

“ [El objetivo de] Izquierda Unida”, dijo, “es unir a mucha gente que se sitúa a la izquierda del PSOE, ése era su principio fundamental, la pluralidad era consustancial. El PCE ha actuado en contra de esos principios fundacionales de IU, y de muchos otros, creando grupitos de presión, sin dejar respirar a IU.”
Caballero acaba de ser expulsada del PCE (por supuestos atrasos en las cuotas) al cual ahora denuncia, después de casi 30 años como activista. La facción de Caballero y Llamazares busca construir una coalición más amplia que esté aún menos identificado con el “socialismo”.
Otra ex miembro del PCE ha sido más explícita. Isaura Navarro, abogada y miembro de Greenpeace, que representa al sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) dirigido por el PCE y que tenía uno de los escaños de IU en el Parlamento, ha renunciado al PCE para formar una nueva coalición electoral en Valencia, Bloc-Iniciativa-Verds.
Describió a IU de Valencia como “monocolor” del PCE—es decir, ya no pluralista. Mientras que ella se había sumado a “un proyecto en el que había lugar para las personas que no eran del Partido Comunista,” ahora “Éste ya no es aquel proyecto.” El PCE quiere “imponer su visión comunista” en la IU y “yo soy no comunista”.

Ambas facciones del PCE tienen la misma orientación política esencial, pero difieren marcadamente en la táctica. Los actuales “críticos”, de hecho, crearon IU para bloquear un movimiento hacia la izquierda de la clase obrera y también prepararon a Llamazares para el liderazgo. Su principal preocupación es que la IU está tan acríticamente asociada con el gobierno que ya no será capaz de mantener el apoyo entre los trabajadores de tendencia izquierdista que la han convertido en un apoyo tan útil para el PSOE históricamente. Estas preocupaciones salieron a la superficie en 2005, cuando 70 miembros de


“Corriente Roja” dimitieron del PCE. Escribieron que era necesario abandonar IU, ya que, “en una situación como la actual, en la que la militancia ve como se hunde IU arrastrando de paso al PCE, podría abrir debates difíciles de controlar.”
Izquierda Unida fue fundada por el PCE en 1986, unos 10 años después de la muerte del dictador General Francisco Franco en noviembre de 1975, y la llamada “transición pacífica” a la democracia (1975-1978). Durante la transición, el PSOE y el PCE trabajaron para preservar el capitalismo en España y limitar la oposición a la dictadura de Franco a la demanda de una constitución democrática. Frustró las expectativas generalizadas de un cambio real, así como la demanda de llevar a los tribunales a los que habían participado en el régimen falangista. La colaboración entre el PSOE y el PCE llegó a su punto culminante cuando todos los principales partidos firmaron el Pacto de Moncloa 1978, allanando asi el camino para una nueva constitución.

El PSOE llegó al poder en 1982 bajo el liderazgo de Felipe González, después de varios años de luchas tumultuosas. Sin embargo, la desilusión se impuso rápidamente. Rebeliones estallaron al decidir González unirse a la OTAN, mientras que acciones sindicales contra el cierre de las plantas de acero y astilleros antieconómicos aumentaron hasta llegar a una huelga general en contra de la creciente crisis social, que vio llegar a un 24 por ciento el nivel de desempleo.

En medio de esta crisis, el PCE crea la IU como una coalición de disidentes del PSOE, liberales, nacionalistas de izquierda, los radicales y los Verdes. Desvía la creciente rebelión hacia un movimiento para impulsar al PSOE a aplicar una política reformista más a la izquierda.
El hecho de que hoy el proyecto de IU se ha derrumbado es un indicio de que la situación política ha cambiado enormemente en la que la formación de un verdadero partido socialista no sólo es necesaria, sino posible.

La desintegración del PCE y su apéndice, IU, no es sólo un fenómeno español. En otros lugares, similares proyectos formados por combinaciones de los estalinistas y los radicales de clase media están experimentando los mismos tumbos hacia la derecha. En Italia, Refundación Comunista (Rifondazione Comunista-RC), se formó bajo la dirección de un ala del antiguo Partido Comunista Italiano, y durante muchos años fue aclamado como un modelo para una izquierda renovada. El RC desempeñó un papel clave en el apoyo a la formación del gobierno de coalición encabezado por Romano Prodi, el cual sustituyó a la alianza de derecha encabezada por el magnate de medios, Silvio Berlusconi en mayo de 2006. El partido sacrificó todo para garantizar la existencia del gobierno: pensiones, asistencia social, atención de la salud, la seguridad laboral y los derechos democráticos.

A menos de dos años después de su llegada al poder, el gobierno de Prodi, una alianza de no menos de nueve partidos distintos, incluyendo la RC y los Demócratas de Izquierda (que también salió del Partido Comunista Italiano), se ha colapsado, con nuevas elecciones previstas para mediados de abril. Ambos partidos se mantuvieron fieles a Prodi a la vez que la oposición popular a su gobierno se intensificó. El largo tiempo líder de RC, Fausto Bertinotti, ha actuado como vital puntal del Gobierno Prodi, en su función como presidente de la Cámara de Diputados.

La popularidad de Prodi cayó en picado después de que garantizara la expansión de una base militar de EE.UU. en el norte de Italia y la participación de tropas italianas en Afganistán y el Líbano. Adoptaron estas medidas ignorando la oposición masiva de una población que también está ahora empezando a sentir las consecuencias de la dura política presupuestaria de Prodi. RC, que anteriormente se opuso a la presencia militar italiana en Afganistán, ha votado con el gobierno en este sentido. IU no actuaría de forma diferente si logra su ambición de ingresar en el gobierno.

RC está ahora tratando de establecer una nueva alianza con el nombre de “La Sinistra Arcobaleno” (la Izquierda Arcoiris), que sigue casi exactamente el modelo defendido por Llamazares en España.

En un momento en que vastas capas de la clase obrera finalmente abandonan a la social democracia, los estalinistas y sus aliados radicales se han agarrado a lo que conciben como una aberturas para hacer nuevas alianzas con los “grandes nombres” entre los socialdemócratas y izquierdistas en los sindicatos y de esta manera integrarse más directamente en las estructuras de la política oficial.
Nada progresista, y mucho menos de izquierda, puede salir de ninguna de esas nuevas formaciones. El resultado neto de cada uno de los recientes proyectos de reagrupación ha sido un desastre. La escisión en IU demuestra una vez mas que la clase obrera no puede depender de ninguno de los representantes de la burocracia del trabajo o sus defensores para ofrecer un liderazgo alternativo. No hay sustituto para la construcción de un nuevo y genuino partido socialista a través de una irreconciliable lucha contra todas estas fuerzas.