martes, 1 de julio de 2008

domingo, 15 de junio de 2008

EL CONSEJO POLITICO FEDERAL NO TOMÓ EN CONSIDERACION EL DOCUMENTO DE JULIO




EL CONSEJO POLITICO FEDERAL NO TOMÓ EN CONSIDERACIÓN EL DOCUMENTO DE JULIO ANGUITA “NO HAY TIEMPO PARA MÁS DILACIONES” ¿POR QUÉ?

La llamada “Comisión Unitaria” de IU (*), desde sus comienzos, estuvo conformada con criterios selectivos. No atendió a la realidad diversa de IU, sino a la “realidad fáctica”. Desestimó la presencia de las candidaturas democráticas de la anterior Asamblea Federal y algunas corrientes de fuerte implantación fueron excluidas. Por criterios “prácticos”, de “oportunidad” y de “poder” se optó por la representación “partidaria” y “territorial” (“baronías” y “pedanías”)...

Esta “Comisión Unitaria” estaba llamada a buscar un proceso consensuado de debate y desarrollo de la IX Asamblea Federal para, lejos del enfrentamiento interno, encontrar una síntesis que cohesionara IU para así, en buena conjunción, afrontar su relanzamiento y apertura a la realidad social, haciéndola más fuerte, más soberana y más plural...

Pero a estas alturas la síntesis no ha llegado. Además de las exclusiones mencionadas, y quitando lo que se ha hecho de “cara a la galería” es decir a la imagen, es poco lo que han cedido sus componentes entre sí para alcanzar el pretendido consenso.

Uno de los aspectos más llamativos ha sido el resultante de lo aprobado en el Consejo Político Federal de IU del 14 de Junio. Los documentos que habrán de debatir los militantes, adscritos o personas vinculadas a IU serán tres, por criterios de la Comisión Unitaria, a modo de “reparto de papeles” entre las “tres Marías” que pretenden representar a toda IU. Es curioso que ya, desde un principio, ese reparto se viera venir en la Comisión Unitaria...

Sin embargo, un documento que ya tiene más de mil personas que lo suscriben, es decir, que tiene más apoyos que todos los demás juntos, no ha sido tenido en cuenta para incluirlo entre los documentos de debate. Se trata del documento de Julio Anguita “no hay tiempo para mas dilaciones”. Un argumento es que este documento, tras el paso y el traspaso, adaptación, aportaciones y correcciones oportunas por un grupo de miembros de la dirección del PCE, ha sido convertido en otro documento que ahora es el “auténtico”; y por tanto el documento literal y original de Julio, que está en fase de debate por cientos de militantes agrupados en torno a la “plataforma por la refundación de IU, desde abajo”, ya no sirve. Resulta lamentable esa manipulación e intento de representar una iniciativa que está en manos de centenares de compañeros/as, para “vivir del bien ajeno”.... Resulta inquietante que algo tan simple como un papel, con lo sufrido que es, también padezca de los arañazos de la ambición. Y, sobre todo, es incomprensible que nos quieran meter en el “triángulo de las Bermudas”...

Es como si la “película de la IX Asamblea” estuviese ya rodada al completo y nos la mostraran por capítulos sucesivos. El final de la serie será, por lo que se ve, un acto con unos mil asistentes, aplaudiendo a las tres Marías, que antes se habían repartido los papeles y documentos y, en realidad, también se habían repartido el poder, dejando, eso sí, un margen para la incertidumbre entre la militancia para que no predominara el aburrimiento; el “morbo latente” que se llama.




(*)

IZQUIERDA UNIDA Y LA TEORIA DEL BIG-BANG

IZQUIERDA UNIDA Y LA TEORIA DEL BIG-BANG

En un momento dado, el llamado origen del Universo, (yo pienso: “un origen de uno de los infinitos universos existentes”), se produjo una enorme explosión, como consecuencia derivada de la enorme cantidad de energía concentrada en un punto... A partir de ahí, se abrió un proceso de expansión que se plasmó en materia, galaxias, estrellas, planetas... y aquí estamos. Se dice que, ultimado el proceso expansivo, agotadas las inercias nacidas de la explosión, volveremos a un proceso inverso, de atracción, de concentración y de implosión, dando con ello nuevamente lugar a una nueva explosión, a otro big-bang... Eso creo que ocurre, en realidad: son infinitos big-bang, como latidos cardíacos, que en infinitos lugares dan lugar a universos nuevos que nacen, se desarrollan y mueren... ese es el Universo, que existió siempre, eternamente. No es tan difícil ver un mundo sin la existencia de un Creador. Es más fácil inventarlo, pero eso resulta menos creíble (para nosotros, que somos una minoría)...

Bien, así explicado, los procesos sociales que generan escenarios distintos, o las revoluciones históricas conocidas, tienen un comportamiento similar al del Universo: Se acumulan energías, fuerzas, capacidades, contradicciones, hasta que un día esto explota de verdad, es decir, se rompen las estructuras y nacen nuevas ideas y formas (materias) que se expanden, se desarrollan, dando lugar a una vida inmensa, llena de reacciones de todo tipo, hasta que agotan su existencia dando paso a otro ciclo, a otro universo de propuestas.

Izquierda Unida nació de un punto ínfimo de cuatro diputados derrotados, que ya no existen en su actual listado de militantes, unos porque murieron y otros porque se fueron. El cúmulo de contradicciones sociales en un país en transición, las políticas del PSOE con la entrada en la OTAN y sus medidas socioeconómicas detonantes de una huelga general, gestaron energías rebeldes suficientes como para dar lugar al nacimiento de un Universo nuevo: IU. Explotó, nació y comenzó a expandirse, llegando a tener casi tres millones de votos...

El proceso que ha vivido IU tiene un parangón con el proceso del nacimiento y muerte de una estrella, porque en realidad hablamos de lo mismo: Una fuente de energía que es capaz de proyectarse y dar fuerza a un conjunto del espacio y del tiempo donde está situada. Muchas estrellas que vemos hoy, murieron hace millones de años; hoy vemos la luz que emitieron antes de morir, y las creemos vivas todavía... IU no ha muerto como realidad, sencillamente ha cubierto su fase de estrella y ahora, ya apagándose, está dando razones para la creación de una nueva a partir de su materia nuevamente hecha energía...

JULIO ANGUITA EN GRANADA: PLATAFORMA POR LA REFUNDACION DE IU



JULIO ANGUITA EX COORDINADOR GENERAL DE IU

«Si vuelvo a aparecer en un cartel será en uno de 'se busca'»
El histórico líder de IU regresa para guiar la refundación del partido
«Se me ha pasado por la cabeza votar en blanco pero nunca al PSOE»

15.06.2008 - QUICO CHIRINO


Julio Anguita quiere que IU esté en las instituciones y en la calle. /LUCÍA RIVAS


A las seis de la tarde, en la plaza de Bib-Rambla, sólo a algún guiri despistado se le ocurre hacer fotos cuando el sol cae a chorros. Una señora deshilacha flores y el joven que se buscaba la vida con la guitarra recoge aburrido. Todo es silencio anónimo. La cita es en el hotel Los Tilos. Recogido y discreto. Julio Anguita siempre se aloja allí. Porque es barato y porque le reservan una habitación con unas vistas impresionantes a la Alhambra. Pide a la fotógrafa que no le haga posar mucho. Y es verdad que se le nota incómodo. Lo suyo es el discurso y el 'programa-programa'. Ha venido a Granada para participar en un encuentro con los compañeros de la plataforma por la refundación de IU, donde -entre otros- están la concejala de la capital Lola Ruiz o el ex edil de Guadix Antonio Marín.


-Nos vamos a perder el partido de la Eurocopa, ¿no le importa?

-Si no tuviera nada que hacer lo estaría viendo. No le voy a decir que no vea el fútbol, pero lo veo con discreción.


-¿Por qué vuelve?

-No me fui. Cuando terminó mi mandato como coordinador dije que cambiaba de trinchera, no de lucha. Como la gente está acostumbrada a que los políticos digan una cosa y hagan otra pues no me creyó. Lo que pasa es que el documento que presenté a la dirección del PC ha creado esta ola (la plataforma).


-Pero su reaparición habrá hecho ruido a nivel interno...

-Como siempre, no se ve lo que uno dice sino que se le atribuyen intenciones. ¿Qué querrá éste? Hazme caso en lo que digo, debátemelo si no estás de acuerdo, pero no me analices las intenciones porque esas sólo las conoce Dios... dicen los creyentes.


-¿Su plataforma tiene miembros y miembras?

-Tiene personas. En esas disquisiciones lingüísticas no me gusta entrar porque se pierden muchas energías. Si mañana la Real Academia dice 'miembra' pues habrá que asumirlo. Pero vamos, yo no digo ni 'miembras' ni 'jóvenas'.


-Coincide con Alfonso Guerra...

-Mi problema no es coincidir con nadie sino en lo que coincida. Si uno está seguro de una cosa y se entera de que coincide con su enemigo... Pues mira, coincidimos.


-En este camino nuevo en su partido, ¿quién le vale de los que hay?

-El que esté dispuesto a trabajar. Uno conoce a mucha gente y sabe la trayectoria que tiene, porque todos tenemos historia. El documento que encabezo tiene ya más de mil adhesiones en Andalucía.


-Y Julio Anguita, ¿hasta dónde va a llegar?

-Hasta que termine la asamblea general de IU. Si termina en un sentido positivo, a mi modo de ver, pediré estar en una segunda o tercera fila. Lo que no voy a estar es arriba.


-¿No se le va a ver en los carteles?

-Hombre, algún día puede que me saquen en algún cartel, pero será en uno de esos de 'se busca'.


-Mirándolo bien, tampoco es tan veterano. Manuel Chaves, Alfonso Guerra o el propio Javier Arenas también llevan algunos años...

-Aquí hay mucha gente que lleva trienios, quinquenios, sexenios y hasta milenios.


-¿Acabará Rosa Aguilar en el PSOE?

-Tengo mi propio análisis pero no estoy autorizado por mi conciencia a decirlo. La historia ha constatado que mucha gente de IU y fundamentalmente del PC se ha pasado al PSOE. Cuando algunos dirigentes del PC le imputan a IU el origen de sus problemas yo les digo que recuerden de dónde vienen todas las oleadas de gente de Nueva Izquierda. Vienen de la hoz y del martillo. Rosa Aguilar hará lo que tenga que hacer.


-Ella votó a una senadora del PSOE, ¿a usted se le ha pasado alguna vez por cabeza votar al PSOE?

-Mire usted, no. Lo más que se me ha podido pasar por la cabeza es votar en blanco en determinados momentos, no voy a decir cuándo. Yo hubiese votado al PSOE si hubiese creído en la teoría del mal menor, pero no creo que sea un referente de izquierda.


-¿Por qué hace falta en España un partido de izquierda?

-No concibo IU como un partido. Lo considero un movimiento político y social. La lucha de la izquierda está con una pierna en las instituciones y otra en la calle creando lo que llamo la sociedad paralela. No asumo los valores imperantes de la sociedad. Hay que abrirse a la sociedad, pero para intentar cambiarla, no para que ella me cambie a mí. Dicho de otra manera, si abrirse es que mañana, si gobernamos, haya que retransmitir más partidos de fútbol pues no me abro. Uno de nuestros graves problemas es que empezamos de una manera y hemos terminado de otra. No somos más que una fuerza política exclusivamente electoral.


-¿Ese hueco electoral se lo ha comido el PSOE?

-No sólo se ha comido el de IU sino el del PP. Uno de los grandes problemas que tiene el PP es que se ha encontrado con que no le ha quedado nada más que la bandera, España y las víctimas del terrorismo. Hay una fuerza (el PSOE) que es como un océano que lo ha ido pillando todo.


-¿Qué hay de izquierda en el Gobierno de Zapatero?

-Un Gobierno que acepte la competitividad del mercado y el crecimiento a través del PIB no es de izquierda, puede ser progre. Yo llamo de izquierda a las personas y colectivos que se cuestionen el sistema capitalista. La primera manifestación del primero de mayo fue en 1890 para pedir las 8 horas. 118 años más tarde vienen estos angelitos para poner 65.


-Han cambiado tantas cosas que hasta la banca dice que pierde...

-Los banqueros que dicen que pierden lo que han perdido es la vergüenza.


-¿Estamos en crisis o en recesión?

-Esto se llama recesión.


-¿Va a recibir los 200 euros de Zapatero?

-Supongo que sí. Ya veré mi nómina de jubilado. Yo, que he renunciado a ciertas cosas del Parlamento, estos 200 euros los voy a cobrar porque no sé dónde irían si renuncio. Ha sido una medida estúpida. Se trata simplemente de la política social del Califa de Bagdad que salía repartiendo monedas entre los mendigos de la ciudad. El hombre devuelve un poquito de lo mucho que ha robado.


-La política de ahora, ¿tiene mucho de pose?

-La de ahora y la de antes. En eso somos responsables usted y yo como lo que representamos (periodista y político). Entre ustedes y nosotros hemos creado un mundo falso. Nosotros les intoxicamos, les damos primicias, les regañamos, los felicitamos cuando han dicho algo favorable y los usamos para hacer declaraciones que la gente no lee, sino para que las lean los otros. Entre usted y yo también hemos jodido al mundo.


-¿Se ha quedado estos días sin gasolina?

-Uso poco el coche. El depósito lo tenía lleno, me voy a volver de Granada y no lo llenaré hasta la semana que viene que voy a Toledo.


-Vemos la plaza de Bib-Rambla, escenario de luchas obreras en los setenta. ¿Hay motivos para que los obreros se echen otra vez a la calle?

-Es para que no salieran de la calle. La contradicción entre capital y trabajo sigue siendo fundamental.


-Pero, en la última huelga los piquetes también han generado antipatía por algunas acciones...

-Vivimos en una violencia permanente. El que haya especuladores del ladrillo o del alimento es una acción violenta pero sin sangre. El que suban las hipotecas es un acto gravísimo. Somos como las buenas familias del siglo XIX, que se haga el pecado pero que no se note. En toda huelga hay acciones violentas. No estoy de acuerdo, pero no me rasgo las vestiduras. También a veces la Policía se pasa. O cuando los jueces dejan en la calle a ladrones. ¿No es violencia la que hacen los aparatos de justicia con sus injusticias?


-Por terminar como hemos empezado, ¿ganará España la Eurocopa?

-No es muy político lo que voy a decir, pero se me da una higa.
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miércoles, 4 de junio de 2008

PARA UNA REFUNDICION. J R Capella



1. “Quemar las naves”: eso hizo un paisano nuestro hace muchos años. Con ello significaba que no había vuelta atrás. Que sólo había camino hacia delante.

Si la refundación de las instituciones de eso que llamamos la izquierda va en serio, hay que quemar las naves. No se pueden dejar en pie para que vivaqueen en ellas los que ya no creen en ningún proyecto colectivo.
Las naves son las instituciones con que se ha llegado hasta aquí.

2. Hemos de eliminar radicalmente la pretensión de que tenemos soluciones para todo. Y echarnos a reir cuando se nos hable de “sistemas totales”, de cambios “totales”.

Pero no tenemos puerto de llegada.

Simplemente, hemos de atenernos a un proyecto estratégico compartido, revisar a cada vuelta del camino los objetivos inmediatos, los eventuales cambios tácticos, y proceder disciplinadamente como un conjunto de personas estructurado y organizado.

Eso exige democracia interna de la institución de que nos dotemos, ser implacables con los tramposos, y mucha contención personal: pensar lo que se dice y lo que se hace. El debate informado y la decisión sensata, a la que no se llega por mera formación de mayorías, sino por convencimiento general que conserva como un tesoro las opiniones discrepantes: tener la mayoría no siempre es lo mismo que llevar razón.


Hay que dar tiempo al tiempo.

Y significa también organizarnos modestamente bien.

3. La cuestión del nombre no es trivial. He aquí algunas consideraciones.

Izquierda Unida ya no puede ser: porque si una institución política ha dado muestras de desunión es ésta. ‘Unida’ ha de quedar fuera por veracidad. Cuestión distinta es aspirar a unificar en una sola institución muy flexible a todos los grupos “de izquierda”, por decirlo así, no meros reformistas, y conseguir que se sientan cómodos en ella, quemando también sus naves.

¿’Izquierda’? Eso, aunque menos, también es dudoso. Las denominaciones ‘izquierda’ y ‘derecha’ proceden de posiciones relativas en las instituciones parlamentarias, en las instituciones del estado. Y nosotros no debemos estar sometidos a la lógica de esas instituciones.


¿Por qué no elegir otro criterio para definirnos? Más abajo, al hablar de quiénes somos, encontraremos razones para dejar a otros la palabra izquierda, y definirnos nosotros con una palabra nueva. La vanguardia ha de adelantarse a los tiempos.

Un criterio definitorio ha de tener que ver con el proyecto: ser una alternativa social; o con nuestra posición de rebeldes o insumisos.

4. ¿Contra qué nos rebelamos?

Contra un mundo de desigualdades e injusticias mantenidas y reproducidas por la estructura empresarial de poder, apoyada por los estados y los centros de poder supraestatales.

Contra la militarización del mundo; contra el apoyo de las armas a los “libremercados”: principalmente por el petróleo, pero también para mantener en el mundo sistemas de opresión favorables a los intereses del capital.

Contra la destrucción del ecosistema: poned aquí todas las cuestiones que sabéis que afectan a la destrucción o a la degradación del nicho de la vida; y aprendamos a ver otras —no sea que la agenda mental nos la construyan otros—: la hiperurbanización, las comunicaciones —todo concebido para el negocio y no para la vida—.

Contra la degradación de la democracia en las instituciones. Barreremos con eso y con esos.

Contra las desigualdades que o permanecían invisibles o no encontraban voz para expresarse: las desigualdades sexistas. Y la de las personas dependientes. La de las personas que no siguen las normas corrientes. La desigualdad cultural de las gentes que han tenido que emigrar y que necesitan especial protección.

5. ¿Somos progresistas? ¿Qué significa la corriente creencia en el progreso?

El progreso que vemos es tecnológico: aumento de la capacidad de producir, aunque una parte de la producción sea de objetos inútiles; y aumento de la capacidad de destruir.

El progreso técnico obnubila percibir la regresión social, el incremento de la barbarie, la marcha atrás de las relaciones sociales y su brutalización. Pues las tecnologías que nos proporcionan más comodidades están en manos de los amos de la tierra, que han refinado enormemente su dominio. También para hacer mayores las desigualdades, para hacer más intenso el dominio sirve el progreso técnico.

El progresismo es más de lo mismo.

Sostendré que hemos de ser más bien “reaccionarios”: gente que reacciona porque no se somete a los dictados de los poderes económicos, políticos y simbólicos del mundo.

Reaccionamos contra la guerra; reaccionamos contra la destrucción del medio ambiente; reaccionamos —cuando podemos— contra la tiranía del poder.

Somos reaccionarios. Reaccionarios insumisos y alternativos. Si somos eso, ¿por qué no decimos la verdad? ¿Por qué esa vaciedad del progresismo, que legitima a los reformistas neo-liberales del Psoe?

6. ¿Cómo hemos de vernos?

La pregunta tiene que ver con que —tras la derrota de las clases trabajadoras de todo el mundo frente al empresariado y los estados de las políticas neoliberales— muchos trabajadores, que en el viejo proyecto aparecían como protagonistas, se han pasado al otro lado, han aceptado el sistema de buen grado o a la fuerza.

Quienes han conseguido mantener un trabajo estable, aunque sea como autopatronos autónomos, pueden estar entre quienes viven mejor con el neoliberalismo. Lo mismo quienes cobran en negro. O los contaminados por la enfermedad del modo burgués de vivir.

Además es cierto que para el 10% de la población mundial, entre el que nos encontramos los españoles, el capitalismo, mediando la revolución de la informática, consigue producir mucho más con menos trabajadores, y por tanto puede distribuir también más entre la gente.


Por eso se le someten muchos.

Probablemente hay en nuestra tradición una creencia taumatúrgica en las virtudes del trabajo. En nuestra tradición el trabajo de fábrica ha sido visto como una virtud. Sin parar mientes en que la división del trabajo en intelectual y manual, o en ordenante y subalterno, expolia al trabajador subalterno o manual de una parte de su creación y la traslada a las clases poseedoras. Limita la percepción del mundo de los trabajadores. Con razón decía Lenin que por sí mismos no irían más allá del sindicalismo. Y hoy ni siquiera eso: dada la burocratización sindical, ni sindicalistas.

No olvidéis que la divisa “El trabajo os hará libres” estaba a la entrada de Auschwitz.

La oficialización de la cultura americana de los ganadores y los perdedores, la difusión de los valores neoliberales, la acción educativa en el sistema de los medios de masas, el abandono político y la degradación intencionada de las instituciones educativas públicas, son todos ellos elementos que conducen a muchas personas de las clases trabajadoras a percepciones y acciones clasistas, racistas y anti-igualitarias.

Por eso resulta dudoso que sea como trabajadores que haya que convocar a las personas para tratar de asociarlas a un proyecto político alternativo. Eso no se debe excluir, pero hay que buscar modos de vernos más amplios, sin perder de vista la divisoria entre quienes están con las grandes empresas y el ganar sin trabajar, y la gente que vive de su trabajo.

Tal vez resulte más fértil hoy vernos a nosotros mismos como ciudadanos, o quizá como ciudadanos-encadenados, esto es, en la contradictoriedad del sistema: de un lado ciudadanía democrática y de otro amordazamiento de esa misma ciudadanía democrática, que queda atada de pies y manos para la intervención política. O vernos como ciudadanos-insumisos Lo que interesa es la ciudadanía cabreada y con capacidad de iniciativas decentes. Lo que interesa es dar fuerza y visibilidad al espíritu de rebelión.

7. ¿Quiénes somos?

Somos los que nos preocupamos por el mundo que han de vivir las generaciones futuras.

Los que no estamos dispuestos a vendernos, sino que conservamos nuestra autonomía y nos asociamos libremente por un proyecto.

Somos los que nos ganamos la vida con nuestro trabajo y jamás explotaremos a nadie.

Somos los que no necesitamos mentir, no necesitamos el cinismo, los que podemos explicar por qué queremos contar en la institucionalización política y para qué.

Somos gente que necesita aprender. Sólo si aprendemos algo resultaremos atractivos para los demás. Un grupo político ha de ser ejemplar para no tener que parecerlo.

Somos —hemos de ser— la vanguardia de la sociedad; quienes atraemos a los nuevos rebeldes hacia nosotros porque aunque diversos son como nosotros.

Somos los que no pretendemos cambiar el mundo por decreto, o burocráticamente, sino resistir con la inmensa mayoría, democráticamente. Buscamos soluciones con la gente y no con “tecnócratas”.

Somos gentes pacíficas. Capaces de reirnos de nosotros mismos. Y también gentes modestas, que saben que nuestro nuevo proyecto está en mantillas; que nuestra fuerza es débil.

Somos, de todos modos, necesarios.

mayo 2008

domingo, 1 de junio de 2008

COMUNICADO DE LA CORRIENTE CRÍTICA DE IU "CONVOCATORIA POR ANDALUCÍA"



Corriente crítica “Convocatoria por Andalucía”
En el proceso de debate hacia la IX Asamblea de IU
COMUNICADO

1.-La Corriente organizada de IU “Convocatoria por Andalucía” saluda las iniciativas, documentos y manifiestos que desde los distintos sectores, colectivos y grupos de opinión, vienen manifestándose en este proceso de debate de IU en su IX Asamblea Federal. Vienen a indicar la pluralidad política y la diversidad cultural existentes en nuestro movimiento político y social y los deseos de participación colectiva en la búsqueda de alternativas que puedan servir a nuestra organización para salir de la actual crisis estructural en la que se encuentra.

2.-Nuestra Corriente no ha debatido como tal ni ha acordado aún el apoyo explícito a ninguno de los manifiestos que se han presentado públicamente. Deseamos que el debate transcurra en la más amplia libertad y se propicien la circulación de cuantos documentos e iniciativas se vienen proponiendo. Pensamos que la premisa previa a cualquier salida o alternativa a la actual situación de IU pasa por la participación y el protagonismo de su base social y política, de la militancia y de los colectivos y grupos de personas que desean un relanzamiento de la izquierda transformadora y alternativa que IU representa.

3.-La Corriente “Convocatoria por Andalucía”, coherentemente con su trayectoria, se ha venido posicionando de forma crítica con respecto a las políticas de las direcciones, tanto federal como andaluza, de IU. En las últimas asambleas andaluza y federal de IU, la Corriente presentó candidaturas propias y alternativas en las mismas. En el debate actual, reiteramos nuestras diferencias en el fondo y en la forma con las propuestas representadas por el actual compañero coordinador federal de IU Gaspar Llamazares; no compartimos la concepción y la práctica política de IU en los últimos años, que nos ha llevado a una pérdida de la identidad propia de nuestra formación, apareciendo en muchas ocasiones subsumida en las estrategias del PSOE, desconectada de la sociedad civil y los movimientos sociales. Tampoco compartimos la concepción y la práctica política de la dirección andaluza, que ha propiciado una pérdida de la pluralidad y de la democracia interna, así como una degeneración del proyecto original de IU-CA llevándolo hacia un modelo organizativo de partido ya superado, interiorizado, dominado por aparatos de poder internos, sin participación ni elaboración colectiva real de sus integrantes. En consecuencia, no apoyamos las expresiones o documentos que desde ambas concepciones se están proponiendo.

4.- La Corriente “Convocatoria por Andalucía” considera necesario e imprescindible que el actual proceso de debate tenga un carácter constituyente. Ello significa que, en una primera fase, es prioritario definir las estrategias y las características de nuestra formación política, su perfil o personalidad propia en el campo de la izquierda transformadora y alternativa y su modelo organizativo basado en la democracia interna, la renovación y en la participación colectiva. Abriendo al mismo tiempo un periodo de apertura y participación amplia en el que se convoque a cuantas personas, grupos y colectivos deseen implicarse en el proyecto. En este sentido, numerosos compañeros y compañeras de la corriente están participando activamente en la iniciativa surgida a partir del documento de Julio Anguita “no hay tiempo para más dilaciones”. El contenido del documento viene a coincidir con nuestros planteamientos, la trayectoria del compañero Julio avalan la credibilidad de la iniciativa y los componentes que están surgiendo en el proceso de debate que está propiciando, pueden ser un revulsivo político para la base de IU y generar así mismo un escenario diferente creando una nueva correlación de opiniones que permita una nueva fase para IU. Por ello, la Corriente saluda y apoya los encuentros del día 7 de junio en Sevilla [en el Paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide a las 19.30 horas] y 14 de junio en Granada (Facultad de Ciencias) convocados por la "Plataforma por la Refundación de IU, desde abajo", para debatir el documento mencionado. Consideramos que esta iniciativa debe extenderse y conformarse desde las Asambleas Locales, creando plataformas como expresión organizada de la necesidad de un cambio real en IU, una renovación radical de sus equipos dirigentes y una recuperación de la capacidad política y de encuentro con la sociedad civil y sus movimientos sociales transformadores.


Andalucía, 2 de junio de 2008.
Firman: Grupo de coordinación andaluza de la Corriente "Convocatoria por Andalucía"
Sebastian Martín Recio, Andrés Martín Díaz, Elías Porras Zamora, Gabriel Ruiz Enciso, Mª Dolores Nieto Nieto, Jose Luis Martínez Fernández, Miguel Esteban Florencio y Francisco Javier Aguilera Galera ((Q-Portavoz de la corriente: Teléfono de contacto: 629. 56.28.14)

sábado, 24 de mayo de 2008

POR UN PROCESO CONSTITUYENTE PARA UNA IZQUIERDA UNIDA ABIERTA. Gaspar Llamazares y otr@s



Reconocer donde estamos para mirar al futuro con optimismo.


El pésimo resultado electoral obtenido por Izquierda Unida en las pasadas elecciones legislativas, exige de nosotros y nosotras una reflexión profunda sobre la situación de nuestro proyecto y sobre sus oportunidades en un nuevo contexto social y político.


Estamos convencidos de que las razones de nuestro fracaso son profundas pero creemos también que hay razones de “etapa política” para explicar una parte de los resultados.Comenzando por estos últimos aspectos, y en primer lugar, la dinámica bipartidista y el efecto acumulado del sistema electoral ha consolidado la tendencia al voto útil y ha convertido, en términos de representación, un mal resultado (un descenso del 20 por ciento de los votos) en un desastre sin paliativos (un solo diputado propio en el parlamento).


En segundo lugar, la atonía de la movilización social de izquierdas, esto es, la práctica ausencia de movilización social de izquierdas significativa frente a la gestión de Zapatero es un factor que genera dificultades adicionales en nuestra capacidad de representación política.


En tercer lugar, hemos de citar factores internos indiscutibles como la falta de tensión organizativa o los conflictos internos y también otros más sujetos a controversia como los aciertos o desaciertos en nuestra acción política desde la celebración de nuestra última Asamblea Federal.


Sin embargo, profundizar exclusivamente en estos elementos de análisis nos conduciría a no captar la auténtica dimensión de nuestra pérdida de influencia y, por tanto, a aplicar remedios erróneos o insuficientes para superarla.


Las cuestiones de fondo.


La reconstrucción de nuestro espacio político exige de nosotros y nosotras radicalidad en la interpretación y la propuesta. Y como decía el viejo Marx ser radical es ir a la raíz de las cosas.


En primer lugar, hemos de reconocer que conocemos mal nuestra sociedad y sus demandas y no hemos sacado conclusiones adecuadas de los cambios estructurales que han ocurrido en España en los últimos diez años. Nuestro esfuerzo de adaptación a las nuevas circunstancias ha sido excesivamente pasivo y no nos ha servido para cambiar al nivel que los tiempos exigían.


Hemos subvalorado el efecto cultural de los cambios sociales y económicos producidos en los últimos 20 años y, especialmente, los que tienen que ver con el proceso de modernización en España. Reconozcamos que no conocemos bien nuestro país, que los sujetos sociales respecto a los que nos hemos referenciado han cambiado y que la socialización de las nuevas generaciones se produce en un espacio despolitizado y privatizado. En estas condiciones nuestra opción política sufre especialmente.


En segundo lugar hemos sido excesivamente temorosos a la hora de hacer el esfuerzo de cambio y modernización que exigían las condiciones que sí conocíamos. La evidencia desde 1996 reconocía que el tipo de electorado propio de IU era un/a joven, urbano, con formación media/alta y transversal en términos sociales y culturales. Y sin embargo eso no nos ha llevado a protagonizar con decisión procesos de renovación en la representación orgánica o institucional. No nos ha animado a modernizar nuestros lenguajes, a cambiar nuestra representación pública, a facilitar una vida interna amable con generaciones que se socializaban por vez primera en la política.


Hemos dicho mucho y hecho poco en relación con la feminización de nuestra organización. Habiendo sido abanderados de la igualdad, observamos que seguimos siendo una organización donde la representación pública y orgánica de las mujeres está claramente por debajo de lo imprescindible. Estas dos cuestiones: la renovación generacional y la feminización de nuestra política no eran cuestiones menores y el resultado es que los jóvenes y las mujeres han dejado de percibirnos como una fuerza joven y de cambio.


En tercer lugar, este período de diez años ha mostrado las dificultades de la movilización social de la izquierda y su articulación política. Aún no hemos ofrecido una buena explicación a una pregunta inquietante: ¿Por qué el período más importante de movilización social en nuestro país (justo antes de derrota del PP en las elecciones de 2004) se saldó, sin embargo, con un ligerísimo incremento de la densidad organizativa y afiliativa de la izquierda social y política? ¿Por qué no se tradujo en activismo regular el compromiso de miles de jóvenes en las movilizaciones contra la guerra de Irak, contra la LOU etc? Obviamente, porque han cambiado sustancialmente las condiciones de la movilización y su relación con la representación política. Pero esto no explica suficientemente las cosas y sin esa explicación de fondo reconozcamos que tenemos un problema a medio y largo plazo.


En cuarto lugar, arrastramos un problema que debe ser, en primera instancia, correctamente identificado para generar, después, una estrategia de medio y largo plazo. Se trata de nuestra relación con el PSOE. Resulta casi inevitable ya, dedicar en nuestros órganos de dirección casi tanto tiempo a hablar del PSOE como a hablar de nosotros/as mismos/as. Una parte de la organización es incapaz de sustraerse a ubicarse políticamente y reconocerse identitariamente solo en relación con los movimientos, cambios y propuestas del PSOE. Esta lógica de subordinación ha producido graves problemas de posicionamiento en momentos anteriores y hace difícil construir una identidad propia.


No es problema de perfil es problema de identidad. Y pensamos que IU arrastra un problema de identidad, esto es, de poder ser explicado en términos de lo que Izquierda Unida es, no de lo que propone o representa. No hay ninguna duda de que IU está situada en la izquierda política y claramente a la izquierda del PSOE. Ahora bien, es menos evidente lo que IU es y las viejas formulaciones fundacionales han agotado ya sus capacidades de caracterizarnos.


Parece evidente, por otra parte, que hay movimientos de fondo que son adversos a nuestro proyecto y que explican que la izquierda alternativa se encuentre en retroceso, salvo excepciones, dentro del contexto europeo.Las recientes elecciones italianas son muy elocuentes pero, desgraciadamente, no constituyen un caso aislado.


En quinto lugar, no ha sido fácil y no hemos sabido construir una agenda propia y, probablemente, nos hemos insertado deficientemente en la agenda que los otros construían.


El conflicto en torno al eje nacional que ha confrontado a nacionalistas españoles y nacionalistas sin estado nos ha dificultado para construir un perfil propio y singular. Nuestra opción federal, nuestro compromiso por una España plurinacional, debería haber planteado con más determinación la defensa de un país plural con la búsqueda de lo común. Nos ha faltado seguridad para articular un discurso con capacidad de ubicarse en el espacio entre la confrontación de diferentes nacionalismos. Muy a menudo nos hemos visto atrapados en una tenaza que ha ahogado nuestra voz propia.


Por último, la gestión de la pluralidad en IU está siendo un asunto enormemente complejo y difícil. Si por un lado podemos reivindicar nuestra condición democrática en relación con el resto de partidos (parlamentarios al menos), por otro, la percepción de una bronca inacabable en IU nos ha perjudicado seriamente. Está justificado el desacuerdo, es razonable la expresión de desavenencias, pero resulta simplemente carente de crédito una organización que solo transmite tensiones internas, que dedica una parte sustancial de su tiempo a buscar el enemigo interno; donde una parte de la organización presupone en los otros la traición y alienta comportamientos desleales.


Una buena parte de nuestras energías y nuestro crédito se han ido por el agujero del conflicto interno y solventar esto será esencial para recuperar crédito y la confianza de nuestra base social.


El legado de nuestra historia


Por otro lado, hemos de considerar que leer correctamente nuestros resultados del 2008 implica necesariamente observar la evolución de dichos resultados desde 1986 hasta la fecha.


Izquierda Unida se constituye aquel año en el marco de una convergencia política y social que, fundamentada en profundas razones estratégicas, también pretendía responder a los errores y debilidades de un Partido Socialista que, cuatro años antes (con 202 diputados) había amenazado con monopolizar la representación política de la izquierda.


El devenir electoral de IU desde entonces señala una tendencia inequívoca: nuestro espacio electoral se agranda o empequeñece en relación inversa a la del PSOE. Sus aumentos se traducen en derrotas para nosotros y nuestros aumentos han estado asociados siempre a descensos de sus resultados, especialmente en la época negra del Felipismo.En efecto, el resultado de la legislatura más negativa para el Partido Socialista (la de 1993 a 1996) había sido un ligero descenso electoral de este partido, un incremento aún más ligero del voto a IU (de aproximadamente un punto)… y la victoria del PP.


La denuncia permanente del felipismo no había dado pie a nada parecido al sorpasso ni, lo que era aún peor, tampoco había dado pie a una nueva situación donde las políticas de la izquierda transformadora estuvieran más presentes. Muy al contrario, nuestro cénit electoral coincidía con un nuevo ciclo político conservador en el que se iba a producir una pérdida progresiva de nuestro apoyo electoral que no ha cesado hasta el momento presente.


No es necesario ensombrecer este análisis recordando que nuestra pésima situación actual no coincide con la de un PSOE arrollador como el de 1982 sino con la de otro que no goza siquiera de mayoría absoluta.Por tanto, parece claro que deberíamos rechazar por inútil cualquier hipótesis de trabajo que pretendiera centrar la salida a la actual situación en los posibles réditos electorales que nos pudiera otorgar el previsible giro al centro que el PSOE dará en la actual legislatura o en sus dificultades para afrontar la crisis económica.


Con más razón aún, tendríamos que considerar inútil cualquier pretensión de solucionar nuestros problemas en base a nuevas recomposiciones y componendas entre los poderes hoy existentes en IU o “venciendo”, cuando no excluyendo, a cualquiera de las familias o sensibilidades que hoy conviven en nuestra organización.


Por último, tampoco aparece como particularmente útil lo que no sería más que una variante de la solución anterior: reducir el debate a poner el acento en lo rojo, en lo verde, en la cohesión federal o en la soberanía de las federaciones. Los debates planteados en torno al peso específico de nuestras diferentes señas de identidad no suelen llevar a ningún sitio razonable y no suelen hacer otra cosa que ocultar piadosamente simples disputas por el poder.


La izquierda alternativa ha de ser necesaria e inequívocamente roja, verde, feminista, pacifista, federal, internacionalista y republicana, y no son juegos de alquimia sobre dichos conceptos lo que nos ha de sacar del atolladero.


La solución a nuestros problemas vendrá de una reflexión en positivo que coloque la Política en mayúsculas en el primer plano de nuestras preocupaciones; vendrá de un giro hacia la política y hacia la gente; vendrá de hacernos cómplices de y útiles para aquellos sectores sociales a los que decimos querer representar.


Esta debería ser una convicción compartida por todos y todas: la solución a nuestra situación actual está en volver a hacernos útiles políticamente hablando, esto es, volver a recuperar la confianza de los sectores sociales y electorales que en diferentes momentos han confiado en nosotros. Reivindicar la política, el programa del cambio, la solución a los problemas, es ubicarnos, nuevamente, en el espacio en el que se reconoce no solo nuestra identidad, sino también la utilidad de nuestras propuestas.Entramos en un ciclo económico recesivo que promete ser grave y con severas repercusiones para importantes sectores populares. Este es el escenario en el que tenemos que hacer valer nuestras propuestas y nuestra política.


En definitiva, defender los valores y principios fundacionales de IU con eficacia y posibilidades de éxito requiere una revisión crítica y a fondo de nuestra propuesta política, de nuestro discurso, de nuestra agenda de prioridades, de nuestra manera de organizarnos y de nuestra manera de relacionarnos con la sociedad.


HACIA UN PROYECTO CONSTITUYENTE PARA UNA IU ABIERTA


No tenemos dudas de la existencia de un espacio político propio y viable para la izquierda alternativa. Tampoco tenemos dudas sobre el hecho de que este espacio pide una representación genuina y específica.
Partiendo de esta base, IU tiene la necesidad de dar por cerrado el ciclo político que inició con su propia acta fundacional e iniciar otro proceso de convergencia política y social que culmine en su propia refundación. Es un proceso constituyente que debe permitir a IU reencontrarse con su base social, ampliarla, encontrarse con otras expresiones de la izquierda alternativa y, en ese proceso, construir una nueva cultura política organizativa.


Una formación capaz de afianzarse en la sociedad y en el electorado con un programa y un discurso propio, ilusionante, inteligible y netamente diferenciado. Una formación, en fin, capaz de impulsar con eficacia los valores y los principios a los que siempre hemos intentado servir.


No se trata de partir de cero. No podemos subvalorar, en primer lugar, la existencia del millón de votos cosechados en las pasadas elecciones generales, ni los miles de concejalas y concejales, centenares de alcaldes y representantes en los parlamentos y gobiernos autónomos de la izquierda alternativa en toda la geografía del Estado Español. Se trata de un capital importantísimo con el que hay que contar y del que hay que partir para reconstruir una nueva Izquierda Unida. Y aún menos de olvidar nuestra pasada historia para reinventarnos. Hemos de reivindicar con orgullo el papel que IU ha jugado y sigue jugando en la política española


• una inquebrantable voluntad de compromiso con los abajo, compartiendo con ellos/as sus dificultades y luchando junto a ellos/as por sus aspiraciones.
• un convencimiento firme de que somos y queremos ser una izquierda alternativa y de transformación, esto es, el horizonte de nuestro proyecto es la superación del capitalismo y la construcción de una sociedad alternativa a la que nos gusta seguir llamando socialismo.
• Un acuerdo sustancial con la idea de que la izquierda transformadora es y seguirá siendo plural y diversa en lo cultural, en lo político y en lo ideológico y que por tanto, la gestión de la pluralidad para que esta sume y no reste es esencial para la propia credibilidad del proyecto.
Un compromiso con la apertura social y política. Esto es, el reconocimiento de que hemos sido más y mejores cuando hemos mirado hacia fuera y nos hemos ocupado y preocupado de ser útiles a los de abajo y los hemos tenido en cuenta.


Este patrimonio nos pertenece a todos los hombres y mujeres que hemos formado parte de IU ahora o en algún momento y son los pilares sobre los que montar una nueva izquierda unida.


Pero para emprender este viaje hace falta un segundo reconocimiento: IU no representa hoy en exclusiva el espacio social y político de la transformación. No somos la única voz autorizada para hablar en nombre de los excluidos, de los que quieren cambios, de los que denuncian este sistema y de los que quieren cambiarlo.


Este ejercicio de humildad es el que se corresponde con lo que dice la realidad que está pasando en nuestro espacio social y político. Pero este reconocimiento está lejos de ser un límite para nuestro proceso de cambio. Antes al contrario, es y debe ser un acicate y un impulso para asegurar que cumplimos una tercera condición en este proceso: para la nueva Izquierda Unida falta mucha gente y no debiera sobrar nadie. Nuestro esfuerzo debe estar dirigido a convencer a miles de la necesidad de comprometerse en este proyecto y menos, mucho menos, en tratar de diseñar el enemigo interno adecuado para venideras batallas.


Si esto es así, reconocemos la necesidad de abrir ese proceso que posibilite una nueva convergencia social y política para un nuevo proyecto transformador. No debemos pensar en cómo hacer para que vengan a nosotros/as, debemos preocuparnos por cómo hacer para llegar a ellos/as.
La próxima Asamblea de IU debe significar el punto de arranque de este ilusionante proceso y debe asegurar un grado de compromiso interno que facilite este impulso y una dirección amplia de este proceso.


EN LA NUEVA ETAPA DE IU: UNA ORGANIZACIÓN ÚTIL PARA LA CIUDADANÍA Y LA TRANSFORMACION DE LA SOCIEDAD


Como decíamos anteriormente, la construcción de un nuevo sujeto político no ha de menoscabar nuestro compromiso con los principios y valores que han caracterizado a Izquierda Unida: la superación del sistema capitalista, la sostenibilidad, el feminismo, el republicanismo, la federalidad, el pacifismo, la radicalidad democrática…


Muy al contrario, de lo que se trata es de servirlos de una manera más útil y eficaz.
Para ello, debemos construir una formación política plenamente autónoma con una propuesta, un discurso y un perfil propios. Una organización que entienda, además, que nuestro espacio no es, simplemente, la corrección por la izquierda de la socialdemocracia o un espacio equidistante entre el PP y el PSOE.


Poseemos nuestra propia identidad, nuestro propio espacio y nuestras propias ideas. Pero para que estas sean fértiles deben ser abonadas en la sociedad, no encerradas en nuestro espacio. Mezclémonos, dejémonos contaminar por el resto de ciudadanos y ciudadanas, para aprender. Debemos ser capaces de simpatizar con quien nos acompaña. Para ir rápido mejor solo; para ir lejos, acompañado.


Nos reconocemos en las aspiraciones tradicionales del movimiento obrero, en su lucha por la igualdad y por la mejora de las condiciones de vida. Seguimos considerando parte esencial de nuestro proyecto de cambio las reivindicaciones del ecologismo político, del feminismo y del movimiento por la paz.
Reconocemos igualmente, el hecho de que, incluso en sus actuales horas bajas, el movimiento alterglobalizador ha planteado una nueva agenda y una nueva dimensión de los problemas y las alternativas.
Necesitamos incorporar una dimensión abiertamente republicana de nuestro ideario. Y eso significa no solamente un compromiso con un modelo de estado, es mucho más que eso. Es afirmarse en una nueva cultura de la democracia y la representación política. Es un nuevo ciclo de reconocimiento de derechos, sociales y políticos. Es luchar por un nuevo tipo de estado, plurales, abiertos, participativos, ciudadanos.
Somos la izquierda intercultural, que está convencida de la creciente e irreversible multiculturalización de nuestros países y busca hacer este proceso inclusivo y armonioso.
En fin, no tenemos dudas de donde están los vectores de la transformación. Pero el cambio debe ir mucho más allá de una simple enumeración retórica de palabras. Lo que somos y queremos ser debemos demostrarlo con nuevas prácticas, nuevas lógicas internas y una nueva visibilidad institucional.
Ser diferente es fácil, lo difícil es ser diferente porque se es más atractivo. Para conseguirlo, necesitamos estar más atentos a la sociedad y sus demandas.
Hemos de seguir impulsando la movilización social y hemos de privilegiar la lucha ideológica. Pero también hemos de saber desenvolvernos en la sociedad realmente existente, incidir en ella eficazmente sin refugiarnos en la coincidencia complaciente con sus sectores más próximos a nosotros.
La izquierda alternativa no ha de ser una izquierda con vocación marginal o minoritaria. Hemos de hacer un discurso inteligible y atractivo para la mayoría de los ciudadanos. Debemos elaborar una propuesta política y programática que sea a la vez ambiciosa y creíble, ilusionante y realista. Hemos de poner las necesidades reales de la ciudadanía en el eje central de nuestro discurso; hacer converger nuestra agenda con la agenda de aquéllos a quienes queremos representar; acabar con el divorcio entre el discurso político y el discurso ciudadano.



Es necesario renovar nuestro lenguaje, nuestra representación pública, nuestra manera de hacer política, para convertirla en algo asequible y atractivo para los grupos sociales que queremos representar


La política institucional ha de ser laica y tener como eje exclusivo el servicio a los ciudadanos. La gente nos vota para que hagamos mover las cosas en la medida de nuestras posibilidades y en la dirección correcta. No lo hace ni para que nos dejemos abducir o ningunear por otras opciones ni para que, en base a razonamientos más o menos sofisticados, acabemos remando en la dirección opuesta a sus expectativas.
Debemos desterrar para siempre la relación de amor y odio que hemos mantenido con el PSOE – síntomas diversos de una misma subordinación a su proyecto - para mantener una relación de tú a tú, que administre con igual tranquilidad las coincidencias y las discrepancias.


UNA NUEVA ORGANIZACIÓN, UNA NUEVA MANERA DE HACER Y DE ESTAR


Construir un tercer espacio político de referencia


La izquierda alternativa necesita construir su propio espacio de representación y para este propósito IU resulta esencial. No obstante, reconozcamos que no somos hoy los únicos en ese ámbito y que la situación exige audacia para acordar con otros (colectiva e individualmente) la reconstitución de ese espacio.
Eso exigirá paciencia, iniciativa y voluntad de acuerdo. Estamos proponiendo un proceso social y político de articulación de la izquierda alternativa lo que incluye todo un catálogo de opciones y posibilidades. La idea central es: necesitamos recomponer la relación entre la base social, cultural de la izquierda crítica y su representación política.


Una nueva organización para una nueva IU


Nada cambiará si cambian sólo las palabras. Si el resultado de nuestra deliberación es que cambia todo en el papel pero nada en la organización, habremos, una vez más, malogrado una oportunidad.
La nueva IU debe tener una nueva estructura organizativa, cuyo diseño debe obedecer a un imperativo esencial: el máximo de democracia, el máximo de transparencia, el máximo de utilidad política. Debemos ser innovadores en la aplicación de procedimientos de democracia participativa que hagan de IU una organización abierta, plural, amable y deliberativa.


Las propuestas deben favorecer que la organización sea de los afiliados/as de IU, las prácticas deben contribuir al “empoderamiento” de las bases de IU. En este aspecto la máxima radicalidad democrática debe ser el modo de garantizar el máximo compromiso.


No tenemos, en este punto, más límites que nuestra imaginación.Precisamos una nueva manera de gestionar la dirección de IU: máxima responsabilidad, direcciones colegiadas, transparencia organizativa.


Debemos intentar recuperar elementos que nos caracterizaron en su momento y que no tuvimos el coraje de aplicar con resolución: rotación de cargos; limitación de permanencia; incompatibilidad de funciones; etc…


Una nueva cultura de la pluralidad


Tenemos que sacar conclusiones de la pasada etapa, del encanallamiento de nuestra vida interna y de sus consecuencias. La lógica gobierno-oposición en la vida interna de IU se ha llevado una buena cantidad de energías productivas y ha invitado a marcharse a su casa a miles de buenos afiliados/as.
Hay que innovar organizativamente para hacer posible una gestión de la pluralidad y del conflicto que sume y que no reste; que socialice lo diverso sin excluir; que no anule lo distinto, sin confrontar.


En este punto, si pensamos en los que no están, en los que imprescindiblemente necesitamos para refundar este proyecto concluiremos en que el problema pasa por gestionar una mayor complejidad. En la IU actual sobra confrontación y falta pluralidad social, cultural y política que no está con nosotros/as.


Necesitamos una Carta del Funcionamiento Interno, un acuerdo político que regule nuestros conflictos y convierta a IU en una organización atractiva, orientada a la práctica, entretenida en los debates que preocupan a la ciudadanía y con capacidad de propuesta y de respuesta.


Un nuevo modelo federal: privilegiar lo común, incrementar la corresponsabilidad federal


Izquierda Unida es una organización que colocó desde el comienzo la defensa de un Estado plurinacional y una propuesta federalista en el frontispicio de su proyecto. El devenir político de los acontecimientos en nuestro país nos ha ayudado a aquilatar mejor la importancia de este hecho. Probablemente, hoy más que ayer tiene sentido la defensa de un espacio que defendiendo lo diverso reclame también lo común. Que no tema de lo plural y que se empeñe en mejorar aquello que integra y que no excluye. Nuestro proyecto no es subordinado, en esta materia, de ningún tipo de nacionalismo –sea este periférico o central- y puede contribuir a ofrecer una perspectiva nueva en momentos en los que se agudiza la lógica centralización-separación.


Una nueva IU tiene sentido como proyecto estatal diferenciado y da valor añadido a las organizaciones federales de IU. Esto es un convencimiento compartido. El otro, la mejor organización federal posible debe construir una nueva cultura de la federalidad. Esto significa, respetar el principio cultural de la pluralidad de poderes, pero también la gestión de lo común, basado en la corresponsabilidad federal.


Es el momento de fortalecer los mecanismos de coordinación, de preocuparse por buscar la coherencia de nuestras propuestas, en el buen entendimiento de que eso nos hará más creíbles y mejorará nuestras expectativas en todos los lugares.


En el centro, la política


Izquierda Unida ha construido sus mejores momentos cuando ha vinculado sus discursos a la realidad de las gentes, cuando ha intentado dar respuesta a los requerimientos de la ciudadanía. Este es un momento propicio para afirmarnos en esas circunstancias, para que IU recupere espacio y legitimidad poniendo en primer plano sus propuestas en una situación de crisis e incertidumbre.


Creemos que las 31 medidas para un cambio de izquierdas que defendimos en las pasadas elecciones son un excelente resumen de prioridades con el que nos identificamos y que consideramos vale la pena defender en este momento recesivo del ciclo y en esta nueva etapa política.


Igualdad social y mejores servicios públicos


1. Aumento del SMI hasta los 1.100 euros, ninguna pensión contributiva por debajo de los 800, ninguna no contributiva por debajo de los 600. Presentar en el Congreso una Ley de Renta Básica.
2. 1 punto de aumento del PIB en gasto social en cada Presupuesto de la nueva legislatura, para converger con la UE. Recursos suficientes para financiar la Ley de Dependencia.
3. Ley de 35 horas de trabajo. Plan de choque contra la siniestralidad laboral hasta alcanzar los niveles de la UE. Pobreza 0: prioridad en la lucha contra la pobreza y la exclusión.
4. Presentación en el Congreso de un Plan de lucha contra la precariedad, acordado con los sindicatos. Reducción en un 50% de la precariedad en las Administraciones Públicas.
5. Reforma de la Ley General de Sanidad: plan contra las listas de espera; gestión pública de hospitales; Plan estatal de asistencia primaria; regulación de la eutanasia y los cuidados paliativos.
6. Ley que garantice el derecho subjetivo a la vivienda y calendario de aplicación.
7. Ningún alquiler o pago hipotecario por encima del 30% de la renta familiar. Parques públicos de vivienda en alquiler. Limitación para el tiempo de pago de una hipoteca. Crear un Cuerpo de Inspectores de Urbanismo dependientes de la administración central.
8. Generalización de la educación hasta los 18 años. Garantizar el acuerdo para la creación de 300 mil plazas públicas infantiles en el primer ciclo de educación infantil. Carácter subsidiario de los conciertos existentes respecto de la red pública. Ningún concierto donde hay plazas públicas suficientes


Una política económica justa y redistributiva


9. Plan de choque de renovación de infraestructuras: ley de movilidad sostenible, apoyo al ferrocarril de cercanías.
10. Plan de lucha contra el fraude fiscal: Impuesto de sociedades del 35% para el sector financiero; reducción del IVA de los productos básicos de consumo; reforzamiento de la progresividad en el IRPF.
11. Impuesto especial sobre beneficios extraordinarios para las empresas financieras. Creación de una Dirección General para el control de la inflación.
12. Apoyo presupuestario a la investigación y el desarrollo hasta converger con la UE. Ley del Consejo estatal de la Ciencia y la Tecnología. Reforma del canon digital.
Todos/as ciudadanos/as
13. Reconocimiento del derecho a voto a los 17 años. Aprobación de una Ley de Política integral de juventud que intervenga sobre: vivienda, mejora de la educación, empleo.
14. Ley de plazos de la interrupción voluntaria del embarazo.
15. Creación de un Ministerio de la Mujer. Plan de choque estatal contra la violencia de género.
16. Ley de Creencias Religiosas, que consagre el principio de separación Estado-iglesia, que asegure la financiación privada de las Iglesias en nuestro país y que ofrezca igualdad de oportunidades a las distintas confesiones religiosas consolidadas en nuestro país. Izquierda Unida promoverá con carácter inmediato la revisión de los acuerdos con la Iglesia Católica firmados en esta pasada legislatura por el Partido Socialista. Reglamento laico en ceremonias civiles.
17. Replantear el actual modelo migratorio, Elaboración de una Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en España. Reconocimiento de derechos de sufragio para los nacionales de terceros países en determinadas condiciones.
18. Creación de una Ley Integral contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género.
19. Creación una Fiscalía especializada en las violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario durante la Guerra Civil y el régimen franquista. Declaración de nulidad radical de todas las condenas, sentencias y resoluciones dictadas por los tribunales franquistas a propuesta de la Fiscalía.


Un programa ecológico para cambiar nuestro modo de producir, consumir y vivir


20. Por la sostenibilidad ecológica: prioridad en la lucha contra el cambio climático. creación de una Vicepresidencia del Gobierno sobre la sostenibilidad.
21. La tramitación en el primer año de legislatura de las Leyes de Movilidad Sostenible y la revisión del PEIT con criterios de sostenibilidad que incluya una moratoria sobre los planes de autovías y autopistas hasta completar su revisión. La tramitación en el primer año de legislatura de la Ley de Ahorro y Uso Eficiente de la Energía.
22. Calendario de cierre de centrales nucleares. La tramitación en le primer año de legislatura de la Ley de Energías Renovables y el compromiso de España de alcanzar el 30% de Energías Renovables para 2020.


Hacer más democrática la democracia


23. Por una democracia avanzada: reforma de la Ley electoral –un ciudadan@, un voto. Creación de la figura del Defensor del Elector.
24. Ley de democracia participativa y asociativa.
25. Código ético para la regeneración de la vida democrática y contra la corrupción. Suscrito por partidos políticos y organizaciones sociales, para articular los mecanismos que aseguren la transparencia, la participación y la pluralidad en las decisiones que se adopten en la actividad pública.
26- Reforma del Senado y su conversión en cámara territorial
27. Creación del Consejo General de la Comunicación y aprobación de Una Ley General Audiovisual que acabe con el caos normativo en este sector.
28. Reforma del sistema judicial y del sistema de elección de los Tribunales Constitucional y Supremo que responda a la realidad del estado autonómico.


Una política internacional para que nos quieran no para que nos teman


29. Retirada de las tropas españolas de Afganistán.
30. Denuncia y renegociación de los acuerdos de defensa con EE UU, recuperación de la soberanía de hecho, no solo de iure, sobre las bases de Morón y Rota.
31. Aumentar la contribución del presupuesto del estado hasta el 0,7% del PIB para la Ayuda Oficial al Desarrollo.


En fin, los y las que suscribimos este Manifiesto pensamos que la situación actual nos ofrece una oportunidad. No somos pesimistas, aunque sabemos de las dificultades del empeño. Por eso, con ambición e ilusión proponemos la convocatoria de un proceso constituyente en IU. Creemos que la próxima Asamblea debe iniciar ese proceso, debe elegir una dirección comprometida con ese empeño y debe favorecer un proceso de convergencia social, cultural y política que ofrezca a la sociedad una nueva Izquierda Unida.


Primeros firmantes
Gaspar Llamazares, Rosa Aguilar (Alcaldesa de Córdoba), Jesús Iglesias (Coordinador de Asturias y Portavoz Junta Principado), Laura González (Ex Consejera de Bienestar Social del Principado de Asturias), Noemí Martín (Diputada Junta del Principado de Asturias), David Abril (Coordinador de la Isla de Palma), Emylse Masa (Coordinadora de Palma de Mallorca), Fina Santiago (Consejera de Bienestar Social del Govern Balear), Eberhard Grosske (Concejal Ayuntamiento de Palma de Mallorca), Monserrat Muñoz (Presidencia IU), Inés Sabanés (Portavoz Asamblea de Madrid), José Masa (Alcalde Ayuntamiento Rivasvaciamadrid), Julio Setién (Alcalde de San Fernando de Henares), Fausto Fernández (Diputado Asamblea de Madrid), Luís Mari González (Sindicalista), Pedro Chaves (Presidencia IU), José Mª González (Coordinador de Castilla y León), Maite Martin (Coordinadora de Valladolid), Pedro A. Ríos (Presidencia IU), Javier Alcázar (Presidencia IU), Kechu Aramburu (Feminista y Filóloga), Encarna Páez (Alcaldesa de Villanueva de Tapia), Lola Linares (Concejala Ayuntamiento de Granada), Félix Taberna (Presidencia IU), José Miguel Ruin (Coordinador de Navara), Teresa Aranguren (Periodista, miembro del Consejo de Administración RTVE), Luís García Montero (Dirección Federal de IU), Javier Madrazo (Coordinador de Euskadi), Isabel López Aulestia (Presidencia de IU), Lois Uxia Tabeada (Dirección de Galicia), Almudena García (Coordinadora de A Coruña), Fran Baute (Dirección de IU), Ramón Trujillo (Tenerife), Mustafa Aberchan (Melilla), Juan Peña (Dirección Castilla y León), Agustín Maraver (Presidencia IU), Antonio Cortés (Presidencia IU), Marisa Bergaz ( Concejala Ayuntamiento Guaduassuar), Andrés Lozano (Profesor), Antonio Serrano (Portavoz adjunto Ayuntamiento Málaga), Andrés Ocaña ( Concejal Ayuntamiento Córdoba), Gorka Esparza (Coordinador de Salamanca), Antonio Manuel Carrasco ( Dirección Extremadura), Presentación Urán (Presidencia IU), David Chica (Economista)

viernes, 23 de mayo de 2008

POR IZQUIERDA UNIDA. CONTRA LAMPEDUSA


Por Izquierda Unida. Contra Lampedusa

Álvaro Aguilera, coordinador local de IU Brunete y miembro de base del PCE

Es fértil en estos últimos meses la profusión de análisis, propuestas, textos y testamentos en torno a la situación de Izquierda Unida. Numerosos dirigentes de IU, PCE y otros movimientos internos han tratado de diseccionar con mayor o menor acierto el cuerpo moribundo de IU, intentando encontrar el orígen de la enfermedad que lo corroe y la posible cura que lo sane.

Cometo la imprudencia de elaborar un acercamiento semejante desde el cómodo banco de la base y el anonimato, con el fin de intentar, en la medida de lo posible, facilitar una lectura políticamente incorrecta de la situación actual. Espero que mi temeridad sirva para alertar sobre el peligro que corremos las bases de IU dejando en manos de los dirigentes el peso total que suponen las riendas del imprescindible cambio que ha de fraguarse en nuestra organización en los próximos meses.

1. Apriorismos erróneos

En primer lugar quisiera desmentir varios presupuestos que se han repetido en diversas declaraciones y documentos:

“En Izquierda Unida falta mucha gente pero no sobra nadie”. Este punto, si bien es asumible en su primera parte, es inaceptable en su segunda. En IU sí sobra gente. Toda aquella que prioriza su interés personal por encima de la organización. Esta gente, con sus nombres y sus apellidos, no va a dar su brazo a torcer y es la base la que ha de marcarle el camino de salida imponiendo la coherencia, la ética y los principios de la izquierda socialista como marco de imposibilidad total para mantener sus tácticas caciquiles y despóticas.


“Los resultados electorales han desatado una crisis en IU”. De nuevo incurrimos en un presupuesto falso. El objetivo de IU no es, no debe ser obtener un número alto de diputados, concejales y cargos públicos sino transformar la sociedad. De tal manera, aunque en los comicios del pasado 9 de mayo hubiéramos obtenido 60 diputados, gran parte de la militancia hubiera seguido disconforme con la situación de la organización. Nuestro declive no es electoral, que también, sino identitario, ético y político (en el sentido estricto del término).

“El debate importante es organizativo y de censos, no ideológico”. Tampoco comparto este apriorismo. Indudablemente que los censos están manipulados, por lo que hay que subsanar sus deficiencias pero también es necesario establecer un ideario político e ideológico de Izquierda Unida, que asuma la organización y del que no se pueda deslindar. En este sentido el socialismo y el federalismo son piezas claves para la reconstrucción de IU, dos principios que han saltado por los aires de unos años a esta parte.

Evidentemente hay otros presupuestos que no comparto, pero estos son a mi juicio, los más destacables.

2. La táctica Lampedusa

Hay demasiadas buenas intenciones en IU y eso da qué pensar. Resulta que ahora todos los dirigentes federales y regionales que nos han llevado a la fractura total entre bases y dirección, se suben al carro de la necesidad de renovación, relanzamiento y consenso. Lamento decir que es demasiado tarde y que la única alternativa que tienen es pasar a la segunda línea, cuando no a la tercera o la cuarta. Se habla mucho de que las bases deben tomar las riendas pero se les impone un método, unas normas, un procedimiento que se ha visto incapaz de ofrecer a la militancia la posibilidad de intervención directa.

No se puede aludir al fortalecimiento de las bases, cuando las bases lo único que pueden hacer es recibir en el correo las normas para la


Asamblea Federal en la que saben que no participarán a no ser que sean parte integrante de alguna corriente.

La táctica es muy sencilla: aplicar el principio lampedusiano de “que todo cambie para que todo siga igual”.

Llenar de letras los textos es muy sencillo, pero actuar en consecuencia se antoja quimérico cuando aquellos que deben dejar paso a la militancia han demostrado que no la necesitan para nada y que de hecho, les es un elemento incómodo para mantener su cargo.

La base no puede dejarse hipnotizar por esta conjura de faquires que hacen un llamamiento bienintencionado con el único fin de quedarse donde están sacrificando los peones necesarios en aras de una huida hacia delante que les permita una jubilación digna. Nuestra única arma es la organización desde abajo, la no aceptación de las leyes “nuestros mayores” y la valentía suficiente para impulsar un proceso de refundación (llámese como quiera) desde la limpieza que da el no estar manchado, valga la redundancia –o no-.

Es imprescindible que estemos alertados sobre las tácticas de Lampedusa que nos están intentando colar los que desde ya, andan reuniéndose en oscuras habitaciones, en lugar de hacerlo a cara descubierta y en Asambleas abiertas.

La Asamblea Federal es el as en la manga para los lampedusianos. Puesto que tal y como la han diseñado, todas las buenas palabras se revelarán en un discurso hueco que en nada cambiará la deriva de Izquierda Unida. Si aceptamos la Asamblea tal y como nos la presentan, estamos perdidos.

3. Pasos previos

Para que la militancia sea el principal agente de este proceso hay que abordar una serie de pasos previos:

1. Proceso de readscripción. La militancia se dará de baja en su totalidad y volverá a afiliarse de un modo personal.
2. La Asamblea Federal será sustituida o servirá para fijar una Convocatoria abierta a todos los sectores de la izquierda anticapitalista del Estado.
3. El proceso de Refundación no puede cerrarse en un fin de semana por lo que finalizará al cabo de un año de la Primera Convocatoria, con una Segunda Convocatoria que fije unos nuevos Estatutos y una nueva línea política y organizativa.

4. Convocatoria abierta

Una vez tengamos claro que el futuro de IU está en manos de las bases y no en los despachos de Olimpo, hemos de difundir esa Convocatoria abierta a aquellos que nos abandonaron, que nunca formaron parte de IU o están en casa con lo que a mi juicio son varios presupuestos irrenunciables:

Anticapitalismo y Socialismo. Con una definición amplia de ambos términos aglutinante y no excluyente, pero firme en su defensa y en el deseo de aplicación de la misma.
Republicanismo, feminismo y ecologismo. Los tres ligados estrechamente al primer punto, ya que sin lo uno no se puede alcanzar plenamente lo otro y viceversa.
Federalismo. Lo que implica ineludiblemente el rechazo al confederalismo, uno de los cánceres de hecho de nuestra organización.
Movimiento político, social y cultural. Las áreas han de ser el reflejo de la actividad de IU en todos los ámbitos. Hemos de ser la vanguardia social, política y cultural abriendo espacios de encuentro que mejoren la sociedad desde el pensamiento, la acción directa y la institucional. Serían absurdas por tanto las alianzas electorales. Quien quiera concurrir con nosotros que entre en la organización.
Ética y Democracia Radical. La dirección ha de ser entendida en un sentido piramidal ascendente y debe de acogerse estrictamente al presupuesto de “mandar obedeciendo”.
Censos limpios. Se acabaron los equipos de voleibol y los pagos colectivos de las cuotas. Los afiliados y afiliadas entrarán en la organización de forma personal, libre e individual y de esa forma abonarán sus cuotas.
Unidad de acción. Las decisiones tomadas por los órganos democráticos –cuando lo sean verdaderamente- se respetarán. Ahora bien, habrá que atender las particularidades de cada asamblea y sus razones para obrar en cierto sentido antes de abrir expedientes, etc.

5. Reflexión final: romper la cuerda

Mi propuesta, lo sé, reincide sobre algunas cosas ya dichas (especialmente por la que a mi juicio es la mejor aportación hasta el momento, la del compañero Julio Anguita) y busca sobre todo, el afán de no construir una nueva IU en torno a nombres y corrientes, sino desde las ideas, la base y la ilusión que impulsó el nacimiento de la primera Izquierda Unida.

He tratado de ser lo más aséptico, concreto y correcto que me ha sido posible.

Quisiera finalizar con algo que me parece sustancial. Detecto entre algunos compañeros y compañeras cierto miedo a tensar la cuerda, a incidir en las diferencias con ciertos elementos de IU por miedo a una escisión o algo parecido. En mi opinión este miedo puede ser un mal principio de cara al cambio, ya que si por no romper la cuerda, seguimos aceptando prácticas fuera de lo que debe ser nuestro discurso y actuación, estaremos en cierto modo, legitimándolas y asumiendo el final de la IU que deseamos.

La cuerda debe romperse con aquellos que, como dije antes, anteponen sus intereses y ambiciones por encima de la organización. Un claro ejemplo es lo ocurrido en Valencia. Si la dirección no hubiese pasteleado, apoyado e intrigado con Isaura Navarro y hubiese respetado la legalidad no estaríamos donde estamos. Ante casos así (y aún los hay) no nos puede temblar el pulso. La coherencia está por encima de obtener diputados o votos en el CPF, cosa que no han sabido o no han querido entender el actual coordinador, su camarilla y otros muchos.

Esta es mi reflexión. Espero que no hiera a la gente de bien de IU, que afortunadamente es la inmensa mayoría.

sábado, 17 de mayo de 2008

LA PRIMAVERA DE LOS MIL MANIFIESTOS. Sebastián Martín Recio


LA PRIMAVERA DE LOS MIL MANIFIESTOS


No he firmado aún ningún manifiesto.

Con el que he mostrado mi apoyo ha sido con el artículo de Julio Anguita "No hay tiempo para más dilaciones", entendiendo que lo que plantea no sólo es un escrito, sino un proceso de refundación, que es algo mucho más serio, y en el que estoy interesado en participar.

Hay otro manifiesto, inconcluso, de la Corriente "convocatoria por Andalucia" (la corriente crítica de Andalucía) a la que pertenezco, que está en fase de debate. En mi opinión, existen condiciones para una confluencia entre la corriente a la que pertenezco y la plataforma por la refundación de IU; de hecho estamos muchos compañeros en ambas propuestas.

Además he recibido el manifiesto de Nuet, que no está mal en sus contenidos y que comparto en gran medida. Pero, según voy constatando, no debemos analizar manifiestos y escritos de manera aislada, sin tener en cuenta el conjunto del proceso.

Hay otros manifiestos circulando por ahí. Esto es interesante... Tras la derrota electoral, hablaremos en la historia de IU, año 2008, de "la primavera de los mil manifiestos". Esto tiene algo cualitativamente relevante y es el deseo de analizar lo que ha ocurrido, las causas... y mostrar también ideas para la participación en un proceso que nos permita salir de estas circunstancias adversas. Pero detrás de un manifiesto con las mejores intenciones y las frases más contundentes hay personas, trayectorias, y, sobre todo, alternativas y estrategias de fondo y para el futuro que conviene analizar antes de valorar globalmente.

Por eso en mi blog los voy publicando casi todos en la medida que el tiempo me lo permite.

Antes del verano deberán conocerse los nombres que están detrás de cada manifiesto. Esto nos mostrará las "tendencias para la próxima temporada". Me interesa más la "transversalidad” que cada alternativa es capaz de producir en forma de revulsivo en el conjunto de la organización que el "recuento de efectivos" que cada escrito acumula.

Pronto nos veremos tod@as